Estas pérdidas involuntarias de orina son muy comunes especialmente a partir del quinto o sexto mes debido a cambios hormonales, al aumento de peso y al tamaño del bebé, que cada vez más grande ejerce mayor presión sobre la vejiga. Por lo general, ocurren al reírse, al estornudar o al hacer fuerza de algún tipo, pero en la mayoría de las mujeres esta situación se normaliza del todo hacia el sexto mes del posparto.

¿Es posible prevenir o tratar la incontinencia en el embarazo?

Hay algunas técnicas que pueden ayudar a prevenir esta molestia:

• Orinar más seguido: no esperar hasta último momento para ir al baño. Aunque no se tengan ganas, ir al baño cada dos horas puede ayudar a evitar estas pérdidas.
• Ejercitar el piso pelviano: para fortalecer el piso pelviano ayudan mucho los ejercicios de Kegel, que consisten en contraer los músculos de la vagina y del ano durante 10 segundos y descansar otros 10 segundos, repitiendo esto durante 2 minutos, hasta 3 veces por día. Estos deben realizarse con contracciones rápidas y otras sesiones con contracciones lentas, por los diferentes tipos de músculos que intervienen en ella. Se pueden realizar en posición acostada, parada o sentada. Hay quienes prefieren realizar estos ejercicios en el momento de orinar: consiste en detener la salida de la orina, reteniéndola unos 10 segundos, y luego orinar otro poco, repitiendo esta técnica unas tres veces aproximadamente o todas las veces que se pueda.
• El control del peso y una buena alimentación que evite el consumo de gaseosas, cafeína y picantes -que irritan la vejiga- también ayuda. Por otro lado, tampoco conviene realizar ejercicios que exijan mucho esfuerzo.
• Para estar tranquilas, lo mejor es utilizar toallitas indicadas para la incontinencia y llevar alguna en la cartera por si acaso.

¿La incontinencia continúa durante el posparto?

Luego del parto, sobre todo después de un parto vaginal, algunas mujeres continúan experimentando incontinencia debido a que los músculos del piso pelviano se ven afectados y tardan un tiempo en reacomodarse. Esto suele normalizarse hacia el sexto mes de posparto y la mayoría de las mujeres se recuperan totalmente.

En este caso también se recomiendan los ejercicios antes mencionados y realizar rehabilitación del suelo pélvico con personal especializado, ya que para hacer estos ejercicios se necesita poder identificar bien los músculos que intervienen en dicho proceso. En algunos casos se van a necesitar también técnicas de electroestimulación.

¿Qué pasa si continúa más allá del posparto?

Si este problema persiste o se agrava más allá del período de posparto, lo mejor es consultar con el médico para que pueda indicar el tratamiento correspondiente que, dependiendo el caso, tendrá que ver con un cambio en el estilo de vida, la rehabilitación muscular del suelo pélvico y, como opción final, el tratamiento quirúrgico (que no se recomienda hasta el sexto mes de puerperio, salvo en casos excepcionales).

Fuente: Planeta Mamá