El Instituto Leonardo Murialdo, uno de los colegios católicos más importantes de Mendoza, fue el centro de un escándalo cuando en agosto pasado los padres de una nena de 4 años denunciaron que fue atacada sexualmente por el celadoren uno de los baños del establecimiento.

Según la denuncia, cuando la chica volvió de la escuela su mamá notó que no llevaba puesta la ropa interior. Entonces siguieron las preguntas y más tarde la indignación cuando, con sus palabras, logró describir lo que le había hecho "un hombre con fuerza".

Los padres de la menor radicaron la denuncia en la Oficina Fiscal de Guaymallén. La investigación, tras la declaración de varios empleados del colegio, el análisis de las cámaras de seguridad y la descripción que hizo la propia víctima de la ropa que usaba el hombre que la abusó, terminó apuntando contra un celador de 48 años que fue imputado por abuso sexual agravado por acceso carnal y por la calidad de autoridad.

Sin embargo, la nueva defensa del celador pidió este lunes el cese de la prisión preventiva, entendiendo que existen elementos que confirman la inocencia del acusado.

Entre las pruebas, está una captura de pantalla del celular del acusado, que lo mostraría interactuando en la franja horaria en que se habría cometido el abuso sexual con WhatsApp.

Esta es una de las pruebas que presentó el abogado Víctor Ábalos, pero además sostuvo que la maestra estaba con la nena en esa hora y que lo corroboran las cámaras de seguridad.

Además, cuestionó la denuncia por abuso tomando la declaración de una de las profesionales médicas.

Sin embargo, para la fiscal del caso, Cecilia Bignert, el informe del Cuerpo Médico Forense, sumado a la declaración en cámara Gessel de la nena, son elementos contundentes para imputar al celador por abuso sexual agravado por acceso carnal.

Será la Justicia la que fije la fecha de audiencia de prisión preventiva y resuelva el futuro del acusado.