Integrantes de la Cooperativa Mamis, madres solteras en situación de vulnerabilidad, desarrollan un proyecto de residuo cero basado en la producción de hongos comestibles en la ciudad de América, municipio de Rivadavia. La organización conformada por 36 mujeres cuenta con el acompañamiento del Ministerio de Agroindustria, el Municipio y la asistencia técnica del Laboratorio de Hongos Agaricales de un Instituto UBA-Conicet.

La propuesta consiste en que, a partir de restos de poda de arbolado urbano, las mujeres produzcan y vendan las especies de hongos Pleurotus y Shiitake y que, a la vez, con el residuo de ello, generen energía.

“Antes hacíamos ladrillos ecológicos y ahora estamos capacitando a las chicas en el cultivo de hongos para poder llevar adelante esta iniciativa en aproximadamente un mes y medio. Trabajamos en red con psicólogos, con la Comisaría de la Mujer y con asistentes sociales en un centro integrador”, aseguró Susana Torres, la coordinadora de la Cooperativa Mamis.

En declaraciones a Télam, la responsable explicó que se brinda “capacitación a las mujeres en temas puntuales como limpieza o cuidado de niños y cuando se necesita a alguien para determinado trabajo de este tipo, desde el municipio se las convoca”.

Y agregó: “El proyecto de los hongos surgió a través de un contacto del municipio con la provincia, nosotros ya tenemos un galpón y tenemos alguna maquinaria, vamos a empezar a probar sustratos hasta cultivar el hongo, hacer la sala de incubación y producción”.

En tanto, planteó que “la Provincia además prometió acompañarnos para ofrecer los hongos a empresas grandes”. “Realmente es un sueño para estas mujeres poder independizarse e insertarse en el mercado laboral. Son todas chicas con historias de vida complicadas. Que tengan un trabajo les dará libertad”, sintetizó.