El pasado lunes se tuvo que suspender un partido de infantiles de la categoría novena por un hecho muy grave de incitación a la violencia entre grandes.  

El partido que se disputó fue entre 9 de Julio y San Martín, el conjunto local le ganaba por 2 a 0 y eso fue el disparador para que la LOCURA comenzará a reinar y todo terminara en un escandaloso final con chicos de 11 años envueltos en una crisis de nervios. 

Lamentablemente estos hechos se repiten siempre, los grandes no logran comprender que a esa edad los chicos deben sentirse felices de lo que hacen, en que cabeza cabe que se les grite y exija cosas que nada tiene que ver con su realidad. 

Ojalá lo ocurrido sea el punto de inflexión para combatir a los violentos que tanto mal le hacen al fútbol, los responsables de los clubes y sobre todo los padres deben realizar una profunda autocrítica, fomentar la integración y la sana participación, BASTA DE VIOLENCIA FÍSICA Y PSICOLÓGICA.