Por iniciativa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cada 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

La OIT lanzó este día con el objetivo de concienciar acerca de la magnitud de este problema, así como de buscar cambios para que ningún niño sea privado a la posibilidad de acceder a la educación, la salud y la recreación.

Según datos oficiales de la ONU, 168 millones de chicos en todo el mundo trabajan y muchos a tiempo completo. No van a la escuela y no tienen tiempo para jugar. Muchos ni siquiera reciben la alimentación ni los cuidados apropiados. Prácticamente, se les niega la posibilidad de ser niños.

Más de la mitad de esos niños están expuestos a las peores formas de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos, forzosos, bajo esclavitud; en actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución; así como también su participación involuntaria en guerras y conflictos armados.

Por ello, para combatir esta problemática, se desarrolló el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), que busca alcanzar la abolición definitiva del trabajo infantil.

En Argentina está en vigencia la Ley 26.390 de prohibición del trabajo infantil, la cual se refiere a cualquier actividad que persiga o no fines de lucro. No obstante, en 2013, se sancionó una ley que penaliza con prisión a los empleadores que generan trabajo infantil, algo que antes era castigado con multas.

Tomemos conciencia acerca de esto. Los niños no deben trabajar; deben crecer, tener posibilidad de estudiar, de poder jugar. Luchemos contra el trabajo infantil.