Durmió al lado de un volcán activo en Etiopia. Estuvo a 5000 metros de altura en un refugio en el Tibet. También en el desierto en Argelia, en Senegal, Kosovo, Transnistria, Kurdistán Iraquí, anduvo en caballo en Chachapoyas, ciudad peruana donde se encuentra la catarata Gocta. Además, voló en globo en Capadoccia en Turquía y también estuvo en la Centran Nuclear de Chernobyl. Todo eso y más hizo Paula Tranzillo, en los miles de kilómetros que lleva recorridos por el mundo.

Tiene 32 años y hace 4 se animó a dejar su casa y su trabajo en Buenos Aires para hacer turismo no convencional, recorriendo lugares insólitos. “Laburaba establemente en Argentina pero me cansé. En 2014 hice los trámites de la ciudadanía italiana y luego, ya en 2015, empecé a viajar a lugares raros”, contó Tranzillo a minutouno.com. 

Antes de irse a viajar por el mundo, Paula ya había estado en Hungría. En ese entonces tenía 18 años y se fue de intercambio estudiantil: “Tenía dos opciones: Estados Unidos o Europa y mi sueño siempre había sido Europa, allá fui y no paré”.

La idea de recorrer el mundo sin tener que pagar un dólar en alojamiento y además ganar algo de dinero en el proceso parece demasiado buena para ser cierta. Pero para esta joven argentina ese escenario es real. “Siempre aproveché todas las oportunidades viajeras”, aseguró Tranzillo.

“He vivido en Paris durante 2 años estudiando francés a nivel universitario en la prestigiosa universidad Sorbonne y trabajando como coordinadora de turismo”, manifestó.

Su aventura le ha permitido aprender otros idiomas: habla inglés, francés, español, portugués e italiano. Algo que le sirvió para su labor como guía turística.

En su travesía ya visitó 84 países en los que se encuentran: Irán, Nagorno Karabaj, Israel, Líbano, Transnistria, Irak y Taiwán. Además sobrevoló las líneas de Nazca en avioneta y hasta tuvo la suerte de ver Pyongyang, la capital de Corea del Norte, desde un helicóptero soviético. “Cuanto más insólito más me gusta”, señaló Tranzillo.

Todas esas aventuras las deja plasmadas en su página web (paulatranzillo.com) y en sus redes sociales.

Su estrategia es bastante sencilla. Trata de dormir en casa de amigos o familiares y, en caso de no ser así, pagar un hotel lo más barato posible. Para esto trabajó de voluntaria en ONG's, Hostels y en eventos. De hecho, actualmente está trabajando como voluntaria en el Mundial de Fútbol Femenino que se realiza en Francia.

Esa iniciativa allanó el camino para nuevas aventuras. Sus próximos viajes serán a la República de Uzbekistán, anteriormente llamada Gran Bukaria, luego viajará a Siria y a Afganistán.

Además de sorprenderse con los lugares a los que va, a Tranzillo le atrae también ver cómo actúa la gente. “Como ya viaje tanto, dejé de ir a los lugares convencionales, como un museo o sitios turísticos. Ahora me gusta sentarme en un bar y ver a la gente pasar”, aseguró. “El turismo no convencional, es también visitar dentro de un país turístico, lugares no tan visitados”, añadió.

“Cada cual elije el tipo de turismo que quiera hacer. Hay para todos los gustos. ¡Ojo! A mí también me gusta ir a la playa y siempre digo que el Mediterráneo es mi lugar en el mundo”, señaló.

Pero sin temor a equivocarse, asegura que Argentina no tiene nada que envidiarle a los países que visitó. Y aunque todavía no está en sus planes volver, dice extraña su cultura.