No se equivoca el gobierno nacional al intentar desacoplar los resultados de las elecciones provinciales de las reales posibilidades del presidente Mauricio Macri de alcanzar la reelección en octubre próximo. No son traspolables.

Sí se equivoca sin embargo al minimizar el mensaje que desde las provincias está llegando a la Casa Rosada: los candidatos que cuentan con el apoyo del gobierno central pierden (salvo en dos casos) y pierden por varios cuerpos de ventaja quedando a veces incluso en el tercer lugar.

En un escenario cada vez más polarizado y en el que se empieza a sopesar la posibilidad de que la fórmula Fernández - Fernández se imponga incluso en primera vuelta el celeste con el que se suele identificar al peronismo domina ampliamente por sobre el amarillo cambiemita.