La gobernador María Eugenia Vidal todavía intenta asimilar la apabullante derrota que sufrió en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) celebradas el domingo y en las que el candidato del Frente de Todos, Axel Kicillof, obtuvo cerca del 50% de los votos, 17 puntos más que la actual mandataria provincial que va por la reelección.

"Todavía es muy temprano, pasó muy poco tiempo, como para hacer una autocrítica" aseguró Vidal quien se negó a felicitar al ex ministro de Economía al señalar que en esta instancia no había un competencia entre sus respectivas candidaturas.

"Reconocer errores no es una debilidad" dijo y puso fin a la conferencia de prensa sin reconocer un solo error sobre los casi 4 años de gestión que lleva al frente del principal distrito electoral del pa´si.

Vidal comenzó a desplegar además la campaña de miedo que muy presumiblemente intentará instalar el oficialismo en busca de revertir los pésimos resultados cosechados ayer. En relación a la megadevaluación del peso experimentada este lunes la gobernadora advirtió: "El mundo nos dio un mensaje un hoy".

La mandataria provincial prometió "escuchar el mensaje que nos dieron los vecinos en las urnas, vamos a seguir escuchando lo que nos dicen en este camino que nos queda por recorrer. No estoy conforme, no fue lo que esperaba, no fue suficente y no me voy a cansar de recorrer la provincia escuchándolos".

De cara a las elecciones de octubre Vidal anticipó "reforzar la presencia del gobierno y el trabajo con todos los municipios acompañando a quienes más lo necesitan y tienen dificultades para llegar a fin de mes".