La flexibilización de las actividades tras duros meses de pandemia, conllevan el riesgo del retorno al consumo de sustancias adictivas y nocivas, principalmente para segmentos vulnerables como lo constituyen los jóvenes.

La vuelta a compartir lugares públicos como recitales, espectáculos y ambientes bailables vuelve a abrir interrogantes sobre el tema.

“Las sustancias psicoactivas, que es una mejor definición que drogas, actúan en todo el Sistema Nervioso Central y es por eso que generan el efecto de euforia que es el motivo que se busca con el consumo”, señaló el doctor Carlos Damín, Jefe de Toxicología del Hospital Fernández y presidente de Fundartox.

“Esas sustancias que inciden en distintas zonas del cuerpo, principalmente en el cerebro, y allí producen el deterioro: en primer lugar un efecto de alteración en el “sistema de recompensa” que es lo que produce placer al ser humano, y en segundo lugar produce un deterioro neurocognitivo en la inteligencia. A largo plazo todas las sustancias con el abuso, lo que producen es un deterioro intelectual” enfatizo el médico.

Asimismo, destacó que “no es lo mismo empezar el consumo de una sustancia a los catorce años, que a los veinte o veinticinco; no es lo mismo consumirla todos los días que ocasionalmente por lo que va a depender de la cantidad, la frecuencia y la edad de inicio”.

PARTICULARIDADES

Diferenciando las sustancias, Damín señaló que “por ejemplo el alcohol deteriora no solo el Sistema Nervioso sino todo el organismo. Lo mismo que el tabaquismo, o consumo de marihuana quienes tienen un gran deterioro en todo lo que es pulmonar. Cada una produce un deterioro puntual”.

Por eso es “incompatible una vida saludable con el consumo de sustancias”, por eso “es muy raro ver a un deportista muy fumador, por ejemplo”.

Finalmente enfatizó que “el consumo de sustancias e acompañan de hábitos pocos saludables, generalmente”.

Por eso la propuesta es “tener hábitos saludables como medio para evitar esos problemas”.