Esta noche, en la cancha de Argentinos, el fútbol femenino argentino da el puntapié inicial hacia un objetivo claro: estar en el Mundial de 2027. Bajo la dirección de Germán Portanova y con un equipo que mezcla experiencia y juventud, la Albiceleste se medirá ante Paraguay por la primera fecha de la flamante Liga de Naciones Femenina de la Conmebol, un certamen que no solo busca coronar a la mejor del continente, sino que también otorga dos plazas directas para la cita mundialista en Brasil.

El partido, con entrada libre y gratuita a través de AFA Estudio, representa el inicio de una larga travesía de nueve fechas que se extenderá hasta mediados de 2026. El equipo albiceleste llega con el antecedente de una sólida Copa América 2025, donde culminó en el tercer puesto, y con la ambición de pulir detalles para competir de igual a igual con las potencias de la región.

El estadio Diego Armando Maradona verá desfilar a figuras como Yamila Rodríguez, la referente ofensiva, junto a un grupo de convocadas que demuestra la creciente profesionalización y exportación de talentos. Desde las defensas experimentadas como Aldana Cometti y Eliana Stabile, hasta las jóvenes promesas que buscan su espacio, el plantel tiene por delante una prueba de fuego que exigirá regularidad y jerarquía.

Más allá del debut, el calendario se presenta intenso. Tras el encuentro con las guaraníes, la selección visitará a Uruguay en Montevideo y cerrará el año recibiendo a Bolivia. Pero será en 2026 cuando llegue la etapa definitoria, con una seguidilla de compromisos que pondrán a prueba la profundidad del equipo y la estrategia de Portanova.

La creación de la Liga de Naciones marca un antes y un después para el fútbol femenino sudamericano. No es solo un torneo más; es la institucionalización de una competencia constante, un faro que guía el desarrollo y, sobre todo, la ruta más directa hacia el sueño mundialista. Para la Argentina, el camino a Brasil comienza esta noche. El primer paso debe ser firme