El regreso del rey
La noche del domingo, mientras Barcelona dormía, una silueta familiar se recortó frente a las majestuosas grúas del Camp Nou. Era Lionel Messi, de regreso en su reino. Sin aviso, sin protocolos, impulsado por un anhelo que él mismo define como del alma, el astro argentino caminó por las afueras del estadio que lo vio crecer y brillar. Esa imagen, capturada en un video que luego compartió con el mundo, fue el prólogo perfecto de una confesión largamente guardada.
En una extensa entrevista concedida en la tranquilidad de Miami, pero con la mente puesta en Catalunya, Messi desnudó su corazón. Lejos de las presiones de la agenda, el mejor futbolista del planeta habló con una claridad que conmoverá a la afición culé. "Tengo muchas ganas de ir para ahí, que extrañamos mucho Barcelona", afirmó, y luego soltó la bomba: "Mi mujer y yo hablamos continuamente de cosas de Barcelona, la idea es volver a vivir ahí".
El regreso no sería solo simbólico. Messi confirmó lo que muchos esperaban oír: su intención no es solo de visita. "Tenemos nuestra casa, todo, así que es lo que deseamos", aseguró, pintando un futuro en el que la familia Messi vuelve a echar raíces en la ciudad que lo adoptó. Su conexión con el club trasciende lo profesional. Al repasar sus años azulgrana, no eligió un título, una Champions o un gol específico. Se quedó con todo: "Me quedo con todo lo que viví durante esa época, todo lo que crecí como persona, como jugador".
La despedida, o la falta de ella, sigue siendo una espina. "No me fui como me lo imaginaba, como soñaba", reconoció, dando a entender que la herida de su abrupta salida en 2021 aún no cierra por completo. Por eso, su mensaje en Instagram resonó con tanta fuerza: "Ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme como jugador, como nunca pude hacerlo…". Es un deseo, una promesa a sí mismo y a los millones que lo veneran.
Mientras tanto, en Miami, la vida es diferente. Más tranquila, más familiar. "Disfrutamos del día a día y también de otra manera porque se disfruta de otra manera, más relajado, sin tanta presión", describió sobre su presente en la MLS. Sin embargo, el contraste con su etapa en París es marcado: "No me sentía yo bien", resumió sobre su paso por el PSG, aclarando que, pese a todo, fue una buena experiencia familiar.
El futuro inmediato también tiene un color albiceleste. Consultado sobre el próximo Mundial, se mostró ilusionado pero cauteloso, priorizando su condición física para no ser "una carga" para la Selección. Pero su mirada, una y otra vez, retorna a Barcelona. A la espera del estadio remodelado, con el que ansía reencontrarse, Messi dejó claro que su historia con el Camp Nou y la ciudad dista mucho de haber terminado. Es, simplemente, un capítulo que espera reabrir