12/01/2020  -  Regionales
Una linqueña, en busca del sueño americano
Rocío De la Grana es una joven de Lincoln que transcurre su carrera como actriz en Los Ángeles. En sus primeros años, ya tuvo roles protagónicos y hasta se dio el gusto de grabar con artistas de nivel internacional.

Todos tenemos un sueño en esta vida. Algunos son ambiciosos, otros más moderados, pero sueños al fin. Rocío De la Grana imaginó desde chica ser una artista de Hollywood y no se quedó con los brazos cruzados.


La joven linqueña comenzó a darle forma a su carrera en Buenos Aires y, con 22 años, armó las valijas, tomó coraje y se instaló en Los Ángeles. Tres años después, luego de haber vivido una serie importante de experiencias, nos cuenta cómo es el transcurso de su incipiente carrera y los objetivos que tiene por delante.


– Decidiste radicarte en Los Ángeles para construir tu carrera en Estados Unidos. ¿Qué te llevó a eso?

– En un principio quise venir a explorar cómo era el mundo del entretenimiento que tanto me ha llamado la atención desde chica. En Argentina quería tirarme a la actuación; la encontraba fascinante, pero no me animaba. Luego de graduarme en Buenos Aires, probé suerte ahí mismo, pero la situación en el medio del entretenimiento era muy compleja. Se dio la oportunidad de venir a Los Ángeles (más que nada la busqué) y, finalmente, comenzar a construir la carrera que siempre quise. Así que, contestando la pregunta, diría que fue por un motivo de descubrimiento personal y la necesidad de explorar algo nuevo.


– Estás en una ciudad que se caracteriza por ser la cuna del cine. ¿Qué es lo que más te llama la atención de ese mundo tan particular?

– Mirándolo desde afuera, antes de comenzar con todo esto, lo veía como algo divertido y fascinante. Ahora, que cada vez me siento un poco más adentro, además de experimentar lo fascinante y divertido, puedo observar de la manera en la cual todo funciona, la pasión y el profesionalismo con el cual todos trabajan, desde el equipo de producción y técnico, hasta los talentos. Es muy apreciado el trato que se recibe en el set y previo al momento del rodaje. Eso habla muchísimo del tipo de proyecto que producen. Obviamente no siempre te toca el trato con el que esperabas ser recibido, pero de todo se aprende, y eso es lo interesante.


– ¿Tuviste alguna experiencia poco agradable?

– No tuve experiencias de que alguien se haya sobrepasado conmigo ni de tener un trato agresivo. La industria acá es muy consciente de esas situaciones y el trato es respetuoso. De nuevo, lo digo por mi propia experiencia. Pero sí he notado que, dependiendo el nivel de importancia en tu carrera o en el rol que estés cumpliendo en el proyecto, la situación cambia. Obviamente he sido y sigo siendo parte de extras en muchas ocasiones y, a veces, se torna muy tedioso. Son muchísimas las horas que tenés que esperar y probablemente grabás un segundo y listo. Cuando llegás, generalmente un productor se presenta, te dan el contrato para que firmes y a sentarse a esperar. La comida no se le parece ni de cerca a la del equipo de producción o talentos. Pero eso es yendo muy al extremo; personalmente no me molesta. Creo que en todos lados pasa, es una situación de aprendizaje. Aparte, se siente una buena vibra en el set. Esperando tantas horas he conocido gente muy buena, porque no te queda otra que ponerte a charlar (risas).


– Te eligieron para ser la protagonista de la presentación de un famoso libro australiano. ¿Qué significa eso para vos?

– Mucho. Todo, en realidad. Es mi profesión. Lo hago con mucha pasión y tener ese reconocimiento es impagable. Que te contraten para hacer lo que más te gusta hacer en la vida, es un regalo. Gente importantísima te está eligiendo para ser parte de un proyecto, confían en vos, les gusta lo que hacés y serás la personificación de lo que tenían en mente. Eso es lo más valioso de este oficio.


– ¿Qué sensaciones tuviste cuando te enteraste de que habías quedado seleccionada para ese rol protagónico?

– Orgullo personal, podría decir. Trabajo mucho para lograrlo y se obtienen más “no que «sí» en esta carrera. Es algo frustrante, pero, de alguna manera, es lo que le da la magia. Cuando me citaron a la primera entrevista para hablar del proyecto, estaba nerviosa, como cualquier audición a la que voy. Una vez que la vi a Rachel, la directora, nos presentamos y comenzamos a charlar. Se me fueron los nervios enseguida. Fue gracioso porque yo esperaba el momento de la audición, pero ella cada vez comentaba más y estaba cada vez más convencida de que yo tenía el perfil que buscaban. En un momento ella tomó su teléfono y me preguntó si estaba disponible en tales fechas. Le dije que sí y enseguida confirmó conmigo. Fue muy especial; nadie más que uno mismo logra eso. La sensación es inexplicable. Se siente mucha felicidad.


– ¿Habías tenido un papel tan importante anteriormente dentro de un film o fue la primera vez?

– En Los Ángeles he hecho más films, pero, internacionalmente, fue el primero.


– ¿Qué clase de films habías hecho? ¿Podrías describir algunos?

– El más importante en mi carrera, por ahora, fue un short film titulado “The Game Máster”. Cada momento del proceso fue de aprendizaje, desde las audiciones hasta que terminamos de grabar. Mi rol es protagónico. Soy la estudiante universitaria que raptan. Hay muchas escenas de acción: explosiones, tiroteos y momentos fuertes. Lo bueno de este short film es que tiene un potencial muy grande para hacer la película en el 2020, así que estoy muy ansiosa para que eso ocurra.


– Grabaste un videoclip con Natti Natasha, que es una figura internacional ¿Cómo surgió? ¿Cómo fue ese trabajo?

– Audicioné y, luego, la producción “Paranoiia” me llamó preguntando mi disponibilidad para las fechas. Me confirmaron inmediatamente y recién ahí me dijeron de qué artista se trataba. Cuando es para alguien grande, es confidencial hasta el momento de la confirmación. Fue un trabajo muy lindo porque la mayoría eran latinos y me sentí como en casa. Del elenco protagónico yo era la única que hablaba español y, cuando supieron que era argentina, me trataron como uno más de ellos. Tal fue así que me eligieron para ser la “partner in crime” de Natti Natasha en el video. Ella es muy buena onda; al principio se la notó algo tímida. Se nota su humildad. Sonreía todo el tiempo en el set y aceptaba cada dirección que se le daba, sin cuestionar. Ella sólo hacia su trabajo y dejaba que los demás hicieran el de ellos.


– ¿Cómo te llevás con el idioma? Imagino que debés manejar muy bien el inglés, pero debe ser un desafío perfeccionar la pronunciación para estar a la altura.

– Con el inglés ya no tengo dificultad. Al ser el español mi lengua nativa, obviamente tengo un acento, el cual estaré perfeccionando a medida que lo trabaje. Pero, por el momento, me juega a veces a favor, cuando el personaje requiere un acento extranjero; y a veces en contra, cuando es obligatorio que el personaje sea americano.


– Por último, ¿cuáles son tus objetivos en este maravilloso mundo de la actuación?

– Llegar a tener una posición en la que me asegure trabajo estable. Es una industria muy competitiva y el porcentaje de la gente que llega a tener estabilidad es muy reducido. Soy consciente de eso, pero también soy consciente de que, con positivismo y constancia, se puede. También me gustaría experimentar la dirección y el proceso de preproducción en un futuro.

Copyright 2024 Mercurio Noticias | sitio de noticias de San Salvador
sitio desarrollado por artcon.com.ar