Desde el jueves y hasta el lunes los bancos de Junín estuvieron en la boca de los vecinos por dos razones: falta de dinero y largas colas para ingresar al cajero. La problemática, que tiene como una de sus causas a la pandemia, hizo que varios juninenses no pudieran contar con efectivo para hacer compras durante el fin de semana.

Abel Bueno, titular de La Bancaria, dialogó sobre estas situaciones y dijo: “Hay un problema con el tema de la emisión de dinero. Desde el Banco Central están enviando un 60% de dinero de billetes de cien pesos y poca cantidad de los de alta denominación. Hay que darle curso a los más chicos, y los cajeros tienen una capacidad determinada”.

“Si se les pone todos de mil, llegas a más de dos millones y medio de pesos. Si tenés que mezclar con los de cien y los de quinientos la cantidad de dinero es mucho menor. Los cajeros se cargan como siempre, y durante el fin de semana se le da prioridad a los billetes más grandes, para que alcance más. De lunes a viernes se cargan antes de las 10 y se vuelve a recargar después de la jornada”, agregó.

En esta misma línea manifestó que podría volver a repetirse en un futuro y afirmó: “Ahora está la posibilidad de llevarse 30 mil pesos, y hay mucha gente que lo hace. Si vos cargás dos millones de pesos, con 50 personas que saquen ese monto ya te quedaste sin plata. Es un problema que no podemos resolver. Se dice que van a emitir más billetes con una figura, pero todavía no tenemos nada”.

Filas

Por otro lado, al ser consultado sobre la gran cantidad de personas que deben esperar en la vereda, manifestó: “Es un problema serio, sobre todo cuando hay lluvia o viento bien frío. El tema es que por protocolo no pueden ingresar más personas que las que se establecen por la capacidad física. En una sucursal entraran 8 o 9 personas. Realmente no se cómo puede solucionarse. Las entidades deberían hacer un refugio o una carpa para que la gente espere, pero también hay que resguardar la distancia social. Sino sacar turno y que se espere en otro lado, no le veo una solución real”.

Finalmente, el entrevistado se refirió a una situación plasmada por una vecina, quien contó que estando en la fila el empleado de seguridad salió del banco y preguntó a los gritos quién estaba para realizar ciertos trámites: “Entiendo que el hecho de que peguen el grito preguntando quién está para hacer un plazo fijo, depositar o lo que sea está mal. En el Banco Provincia, de 56 personas, hay 25 en condiciones de trabajar, y a esos los tenés que repartir por semanas. Esto nos complicó la vida más de lo que ya la teníamos”.