La titular del gremio docente SADOP Junín, Gabriela Costales, dialogó sobre la posible vuelta a clases en agosto y dijo: “Volver a la escuela requerirá un trabajo conjunto entre todos los actores del sistema educativo. El ministro Trotta habla de volver a agosto en las jurisdicciones en las que no haya circulación del virus”.

“En el acta paritaria nacional firmada el 4 de junio se ratifica el punto 4 del acuerdo de 2011 donde están especificadas las recomendaciones básicas para la prevención, elaboradas por la Aseguradora de Riesgo de Trabajo, para todos los centros educativos. Se debe garantizar la salud de todos los trabajadores y los alumnos”, agregó.

No obstante, para sacar conclusiones aseguró que “primero hay que tener a mano el protocolo que lancen a nivel nacional”, y siguió: “Hay que ver cómo se garantiza el distanciamiento en las aulas, porque ningún curso tiene menos de 30 alumnos. Se habla de una vuelta escalonada y un sistema dual que mezcle lo remoto y lo presencial. A partir de ahí como sindicato trabajaremos para hacerlo valer. Las escuelas, tanto privadas como de gestión pública, tienen bancos dobles, algunas mesas redondas en el primer ciclo, entonces se va a volver difícil mantener distancia”.

Problemas

A su vez, al referirse a las distintas dificultades a las que se enfrentaron durante la pandemia, comentó: “Cuando se dictó la suspensión de clases todos los que conforman la comunidad educativa se pusieron a trabajar para instrumentar cómo llegar al alumno. Esa fue la prioridad, tener el vínculo con ellos. El sistema educativo privado, en nuestra zona, logró en su gran mayoría conectarse y poder garantizar la continuidad pedagógica”.

“La conectividad, según una encuesta nacional de SADOP, tuvo el inconveniente de que no todos los docentes contaban con una computadora o un celular y tuvieron que compartir con otros miembros de la familia. En los casos en lo que los chicos no podían conectarse, los docentes armaron sus propios cuadernillos y se los hacían llegar”, añadió.

Otra cuestión a la que tuvieron que enfrentarse los docentes es a la crisis económica. A raíz de esta, muchas familias no pudieron pagar las cuotas, lo que influyó en el cobro de los sueldos: “En los colegios hay cargos subvencionados y otros no. Los primeros no tuvieron dificultad, los no subvencionados recién en abril hubo algunas escuelas donde no pudieron garantizar el salario en tiempo y forma de manera completa”.

“Algunas escuelas pidieron la ayuda del ATP, aunque hay algunas que lo necesitan más que otras y no lo recibieron. Es un tema que nos preocupa mucho, porque hay familias que están imposibilitadas de pagar las cuotas. Hay que sostenerlas también en esta situación”, finalizó.