“¿Mozo, puede ser un café?”, es la pregunta que cientos de juninenses realizan cada mañana o cada tarde en los locales gastronómicos. Y esa consulta no se escuchó por el lapso de más 100 días, dado que desde el 21 marzo el país entró en cuarentena estricta.

Recién hoy y habilitada la Fase 5 en Junín por primera vez desde que se inició la pandemia, se vieron los juninenses en distintos cafés o restaurantes céntricos.

Para algunos puede ser una rutina. Otros antes de ingresar a trabajar pasan por los comercios, hay otros que en pleno trabajo se hacen una escapada para deleitarse con un café. Y el sabor del café toma más gusto cuando en esta época del año, el frío se siente en su máxima plenitud.

Lento, con precaución y cumpliendo cada paso de los protocolos, los juninenses se animan nuevamente a volcarse a los locales para disfrutar de un buen momento.

Claro está que un sector se tira por el clásico café pero en épocas de tendencias hay diferentes opciones como: cortado, lágrima, café con leche, capuccino, entre otros.

Sin dudas el momento del café es particular porque se disfruta de la esencia de una bebida que transmite su intensidad a todos los sentidos.

Lograr un café perfecto requiere conocimiento y técnica para extraer todas las propiedades del mejor café y materializarlas en una bebida concentrada e intensa.

Muchas charlas necesitan de un café en el medio, para amenizar la jornada y liberar tensiones, más en esta época de pandemia; de hecho se asocia al consumo de la infusión con la familia, los amigos y, en definitiva, con el placer; también es propicio para disfrutar a solas una buena lectura.

Son muchos los locales juninenses que ofrecen diferentes opciones y hay precios para todos: desde un café chico que cuesta al día de hoy 60 pesos o café grande que sube a 100 pesos.

Algunas variedades de café

Café (a secas): Pocillo de café negro y fuerte.

Cortado: Pocillo de café negro, “cortado” con leche. La proporción vendría a ser ¾ de café por ¼ de leche y una fina capa de espuma en la superficie.

Lágrima: leche con “una lágrima” de café, es decir, con una gotita que apenas oscurece el tono de la leche.

Café con leche: en este caso no hay lugar a la confusión. Es muy aproximado al café con leche colombiano.

Capuccino: depende del lugar en que uno lo ordene, vendrá con crema, canela y ralladura de chocolate (italiano), o como una especie de cortado largo con capas en distintas tonalidades de marrón.

Fuente: La Verdad