Los hechos violentos que tuvieron lugar en el obelisco el jueves 9 de Julio no son espontáneos ni significan el desborde de un grupo de enajenados. Son, cabalmente, el pase a la acción de un dispositivo de odio fomentado por algunos políticos y comunicadores suficientemente astutos como para azuzar a otros a cometer los hechos de los que luego se desentenderán.

Si alguien lo duda, ahí están las expresiones del concejal petrequista Adrian Feldman: "Repudio el ataque a los mercenarios de C5N, que informen libremente a los planeros", escribió en Twitter, red a la que un rato más tarde culpó "por sacar lo peor de sí mismo".

Una disculpa se acepta si demuestra verdadero arrepentimiento, pero como no es la primera vez que el polifuncional Feldman se expresa en términos despectivos sobre sus adversarios políticos, resulta legítimo dudar sobre qué es lo que piensa realmente.

El día lunes ingresaremos en el HCD un proyecto para establecer un claro repudio del cuerpo hacia todo tipo de violencia política y tal vez ahí podamos escuchar más extensamente sus argumentos. Hoy no es lo que nos preocupa. Lo que sí nos interesa es conocer la posición del Intendente como principal referente local de Juntos por el Cambio. Hasta que Pablo Alexis Petrecca no se manifieste sobre lo ocurrido el jueves, los dichos del concejal no pueden considerarse los de una patrulla perdida.