16/11/2020  -  Policiales
Reconstruyen con una carta un asesinato que obsesionó a Borges
Se trata de un manuscrito del coronel Francisco Isidro Borges, abuelo del prolífico escritor, que reconstruye los últimos días del fusilado.

Tras la aparición del manuscrito inédito "Silvano Acosta", dictado por Jorge Luis Borges a María Kodama en 1985 respecto a la ejecución a un desertor ordenada por su abuelo, el coronel Francisco Isidro Borges, se acaba de publicar la carta manuscrita del militar que dio origen al texto y que permite reconstruir los últimos días de la vida del fusilado.


Siete meses antes de su muerte, Borges le dictó a Kodama este relato en el que narra la culpa que siente ante un hombre fusilado por orden de su abuelo militar. El texto expone los sentimientos del autor ante lo que considera un acto indigno a reparar, y al que se le suma ahora el aporte de la carta publicada el sábado pasado por el diario La Nación.


A partir de un dato del original que no había sido tenido en cuenta hasta el momento, Télam logró reconstruir los últimos días del personaje fusilado. La carta que aporta algunos datos sobre el episodio pertenece en la actualidad al sobrino del escritor, Miguel de Torre Borges, hijo de Norah Borges y del poeta Guillermo de Torre.


A partir del nombre del conocido capitán jordanista Manuel Maragato, residente en Diamante, la ciudad a la orilla del río Paraná, se puede reconstruir que el personaje mencionado por Jorge Luis Borges en su relato de 1985, Silvano Acosta, formaba parte del Batallón Guardia Provincial de Buenos Aires y había desertado para formar parte de la gavilla capitaneada por Maragato, famoso en ambos frentes, y quien se encontraba a las órdenes del rebelde entrerriano Ricardo López Jordán.


La breve carta, fechada el 25 de enero de 1871 y firmada por el abuelo del escritor, dice: “Al Excm. Señor Ministro de Guerra y Marina de la República. Hoy ha sido pasado por las armas el soldado Silvano Acosta del Batallón Guardia Provincial de Buenos Aires, por el crimen de deserción al enemigo, en cuyas filas fue aprehendido haciendo parte de la gavilla capitaneada por el traidor maragato (sic).


La causa firmada en que han sido llenadas todas las formalidades de la ordenanza es la que tengo el honor de adjuntarle a la aprobación de Ud. Dios guíe a Ud. Francisco Borges”


A partir de esta carta y revisando la “Memoria presentada por el ministro de Estado en el departamento de Guerra y Marina al Congreso Nacional de 1871” es posible saber que Silvano Acosta fue capturado en Diamante, el 10 de enero de 1871, por el teniente Jovino Albornos y los oficiales José Floriano Taborda y Gervasio Garay con solo trece soldados. Lo sorprendieron en un grupo de una treintena de soldados a las órdenes de Maragato. El capitán jordanista a cargo de la plaza de Diamante prefirió morir a rendirse, a pesar de las indicaciones dadas por los leales al entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento.


Unos días después, Acosta fue trasladado en un barco a vapor junto a otros siete prisionero desde Diamante, cuarenta kilómetros por el río Paraná, hasta la ciudad homónima, sitio en el que se encontraba el jefe de la defensa de la plaza, coronel Francisco Borges.


El 13 de enero de 1871, el militar, abuelo del escritor, informa a Carlos Tejedor, ministro de Guerra y Marina de la República, que las fuerzas de la guarnición del Paraná han sorprendido “al enemigo” en el pueblo de Diamante y que ha resultado la muerte del Comandante Militar de ese punto y se han tomado ocho prisioneros. Sin dudas, por la carta con puño y letra del coronel Borges, donde menciona al “traidor Maragato” entre los ocho prisioneros mencionados, se sabe que entre ellos se encuentra el desertor Silvano Acosta.


El superior inmediato de Acosta era el capitán Maragato, un hombre de 56 años, desertor de las fuerzas del Sargento Mayor Álvarez. El 24 de agosto de 1870, Maragato ya había sido capturado en la misma ciudad, junto a otros dos desertores del Batallón “Santa Fe”: Domingo Quiñones y Fermín Paso. Fue apresado por el batallón “5º de Línea” a las órdenes de Nicolás Levalle, quien con los años llegaría a ser ministro de Guerra de Miguel Juárez Celman y José Evaristo Uriburu. Evidentemente el “célebre, desagradecido y traidor”, como Jovino Albornos llama a Maragato en la carta que le dirige a su superior, el coronel Borges, logra fugarse de Paraná, quizá esta vez junto a Acosta, a quien habría conocido en esos días de prisionero.


Para terminar de comprender la postura del escritor argentino, indica Carlos Aletto en Télam, basta con recordar dos fragmentos de su “Poema conjetural”:


“El doctor Francisco Laprida, asesinado el día 23 de septiembre de 1829 por los montoneros de Aldao, piensa antes de morir: "Yo que anhelé ser otro, ser un hombre / de sentencias, de libros, de dictámenes, / a cielo abierto yaceré entre ciénagas; / pero me endiosa el pecho inexplicable / un júbilo secreto. Al fin me encuentro / con mi destino sudamericano.”

Copyright 2024 Mercurio Noticias | sitio de noticias de San Salvador
sitio desarrollado por artcon.com.ar