El viernes 20 de noviembre el doctor Carlos Colimedaglia culminó su labor como fiscal en el Departamento Judicial de Junín. Si bien a los fines formales se encuentra bajo licencia, lo cierto es que ya no ocupará el cargo que mantuvo por tantos años y a partir de ahora comienza los trámites correspondientes para acogerse al beneficio de la jubilación.

“Estoy de licencia, pero el primero de febrero dejo formalmente las funciones, ya estoy tramitando la jubilación”, contó el letrado en una nota brindada en el transcurso de esta semana.

De perfil bajo y alejado de las declaraciones polémicas o grandilocuentes, Colimedaglia trabajó en la Justicia de Junín durante 30 años. Previamente había estudiado Derecho en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en 1997 concursó el cargo y un año después fue nombrado por el Consejo de la Magistratura.

“Hubo cambios en el sistema judicial de la Provincia desde fines de los años 90. A lo largo de estos años he pasado de todo, a todas las causas uno les pone el mismo empeño aunque a veces hay objetivos que no se cumplen y a uno le queda ese sabor amargo”, destacó en uno de los fragmentos del diálogo.

“Hubo causas más complejas que otras. En tantos años alguna seguramente no tuvo el final que uno esperaba. En el caso de los homicidios todos fueron resueltos de manera favorable, todos elevados a juicio. Uno siempre va corrigiendo causa por causa, tratando de intensificar pruebas. A veces se hace difícil conseguir las pruebas”, puntualizó acerca de la metodología de trabajo que desarrolló durante tres décadas.

Otros tiempos

“Siempre es mejor tener los elementos de prueba rápido cuando el delito es complejo, pero no siempre se pueden conseguir. Todo depende del caso, a veces cuesta mucho trabajo corregir cada prueba. La gente entiende las reglas de juego de este trabajo. Yo actúo en forma clara, busco la prueba de manera objetiva, la plasmo en el expediente y la llevo a juicio, nada más”, acentuó.

“Hay casos que requieren que el fiscal a veces esté afuera de su casa dos o tres días. Ahora todo ha cambiado, antes hacíamos turnos de un mes y no existían los ayudantes fiscales. Recorríamos toda la zona y a veces estábamos fuera de casa varios días”, evocó en otro segmento de la nota.

Y prosiguió con el repaso de su labor en la Justicia: “El respeto con los compañeros de trabajo siempre ha sido mutuo. Nunca recibí presiones en 30 años de carrera en la Justicia. Siempre he trabajado con total libertad, siguiendo las políticas de trabajo de la Fiscalía Federal. Pero nunca recibí presiones. He intentado entregar el máximo de mí, he dejado de lado muchas veces a mi familia, que fue el pilar fundamental para que pueda avanzar en mi carrera judicial y sentirme pleno. Con total libertad para hacerlo”.

El apellido Colimedaglia y el Derecho seguirán emparentados, ya que su hijo es abogado.

“Como abogado tendría que matricularme y podría trabajar, sí. Pero todavía no sé qué voy a hacer de ahora en adelante. Me gustaría a partir del año que viene hacer algo para devolverle a la comunidad todo lo que me ha dado, pero no es algo que tenga decidido todavía. Hace apenas días que dejé la función, es todo muy reciente”, sostuvo a modo de cierre.

Fuente: La Verdad