01/08/2022  -  Nacionales
La realidad de las ‘gamers’ en Argentina
Las mujeres forman una comunidad cada vez más consolidada en el mundo de los videojuegos.

Esa idea de los videojuegos como un entretenimiento asociado a los más jóvenes que sirve como mero pasatiempo, hace mucho que se demostró errónea. La industria del juego, en especial la dedicada a los videojuegos, no para de crecer y de demostrar que es una opción de ocio que atrae a perfiles de todo tipo y de todos los lugares.


El número de gamers no deja de crecer ni en el mundo ni en la Argentina. Se calcula que unos 3.000 millones de personas juegan a videojuegos, aproximadamente el 40% de la población. En el caso de los argentinos, se supera ligeramente ese porcentaje: hay unos 19 millones de jugadores, el 42% de la nación.


Con los eSports -las competencias de videojuegos- en pleno auge y múltiples mejoras tecnológicas que facilitan el acceso a los juegos, esta industria se sitúa como uno de los sectores con más futuro. De ahí, que no solo surjan emprendimientos particulares, sino que incluso se den iniciativas públicas para impulsar la creación de videojuegos.


Ante semejante panorama, resultaría absurdo pensar que las mujeres, que representan el 49.5% de la población mundial, no están interesadas en los juegos. Lo cierto es que siempre ha habido mujeres gamers y, de hecho, una de las más conocidas a nivel internacional es la japonesa “Gamer Grandma”, que comenzó a jugar al Super Mario en 1981 y sigue haciéndolo, para deleite de su medio millón de seguidores en YouTube, con más de 90 años.




Como sucede en muchos otros ámbitos, lo que tradicionalmente les ha faltado a las gamers es visibilidad. Contar con referentes es fundamental para fortalecer vínculos y animar a otras a jugar. En este sentido, las mujeres argentinas han jugado un papel importante en los últimos años.


Un gran paso adelante en la visibilización de las mujeres como profesionales del juego de pleno derecho fue el que dio la argentina María Lampropulos en 2018, y lo hizo en un entorno que antiguamente puede que estuviera incluso más masculinizado que el de los videojuegos: el del poker. Lampropulos se proclamó campeona del prestigioso torneo PokerStars Caribbean Adventure (PCA), que volverá a celebrarse en 2023 después de un tiempo parado y que reúne a los mejores jugadores del mundo. No solo fue la primera persona latinoamericana en hacerse con este título, sino también la primera mujer en ganarlo desde su fundación en 2005.


Estos hitos ayudan a que se vea como algo normal el hecho de que una mujer compita al mismo nivel que un hombre. Pero igual de importante es organizarse para crear las oportunidades para que las chicas puedan competir al máximo nivel.


En la Argentina existen diversas asociaciones que reivindican el papel de las mujeres en el gaming, como Women in Games AR, una comunidad de profesionales y no profesionales que agrupa a mujeres y disidencias en el rubro de los videojuegos en Argentina, y que entiende esta industria como un espacio inclusivo y diverso, además de un valor de futuro para el crecimiento económico.


También existen iniciativas individuales como la de Carolina Vázquez “Carolo”, que creó el canal Pibas jugando al FIFA para hacer un llamamiento a otras mujeres aficionadas a este videojuego y para animar a que muchas otras se adentren en ese mundo.


Además de la visibilidad y la organización, también es importante que haya ejemplos de mujeres que sean jugadoras profesionales. Es difícil competir contra jugadores que llevan más tiempo jugando y comparten afición desde hace tiempo con compañeros con los que han podido formarse. Aun así, sí hay mujeres gamers profesionales en la Argentina.


Carolo es un ejemplo, pero también están las jugadoras Florencia Gasparini “Flossie” e Irene Giménez “Lady”, que en 2019 fueron el primer equipo femenino profesional de la Argentina de Counter Strike: Global Offensive (CS:GO).


Otros nombres de gamers que se están haciendo un hueco en la escena regional son los de una pionera como es la gamer y creadora de contenido de 33 años Constanza Luciani “Omeguis”, especializada en Call of Duty, o una promesa como Julieta Grillia “Khizha”, que a sus 23 años compite en CS:GO desde 2017. Hay futuro para el gaming femenino en la Argentina.

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