10/03/2023  -  Policiales
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Femicidio en Concordia: la obsesión de “Charly” y el último chat con su víctima antes de matarla
Valeria Leoncino estaba convencida de que Carlos Passarella le había clonado el celular para acceder a sus imágenes y conversaciones. El drama de la víctima relatado por su mejor amiga

Valeria Leoncino y Carlos Passarella se habían conocido en 2019 en Concordia, Entre Ríos, la ciudad donde ambos vivían. Ella trabajaba en un local de ropa que quedaba enfrente de una tapicería, de la que él era el dueño. Passarella se acercó tímidamente a ella, se hicieron amigos y cuando se ganó la confianza de su círculo íntimo le confesó que estaba perdidamente enamorado. Valeria le aclaró: “O somos amigos o no somos nada”.

Passarella aceptó sus condiciones con tal de tenerla cerca y poder compartir salidas, cenas, tardes de mates y juntadas. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, él notaba que ella no cambiaba de opinión.

“Siempre demostró que quería el bien para ella, ayudándola en todo. Lo incluimos en el grupo enseguida y hasta conoció a la familia de Valeria. Parecía una persona normal pero era un psicópata, un lobo disfrazado de cordero”, recordó a este medio Daiana Kalbermatter, una de las mejores amigas de la víctima.

El lunes último, Passarella mató a Valeria de tres disparos tras esperarla en la puerta de su casa. Luego, escapó en Ford Fiesta blanco y se quitó la vida con un tiro en la frente. Un día después del crimen, el fiscal en turno de Concordia, José Farías, confirmó a la prensa local que Valeria “fue atacada por un hombre evidentemente obsesivo, con un interés hacia la chica, o pretendiendo formar una relación y, ante el rechazo, encuentra este camino, quitar la vida, porque no admite otra posibilidad”.

Valeria junto a sus amigas, quienes la contuvieron cuando descubrió que su amigo estaba obsesionada con ella
Valeria junto a sus amigas, quienes la contuvieron cuando descubrió que su amigo estaba obsesionada con ella

La pesadilla comenzó en 2022 con varios hechos aislados, que no parecían tener conexión entre sí, hasta que Valeria empezó a atar cabos y todos las sospechas condujeron a “Charly”, el apodo del femicida.

En octubre de ese año, la víctima fue sorpresivamente despedida de la dietética donde trabajaba. La indemnizaron y no le dieron ningún motivo. Al ver su desesperación, “Charly” le ofreció trabajar en una cortinería que también era de su propiedad y ella aceptó.

Al poco tiempo, Valeria se encontraría con una sorpresa sumamente desagradable.

“A principios de noviembre del año pasado, nos enteramos de la existencia de un perfil falso de Instagram, donde se subían fotos íntimas de Valeria. El nombre de usuario era un pseudónimo por el cual la llamaba un chico con el que había salido bastante tiempo. La descripción decía que era una cuenta secundaria de Valeria Leoncino, se autodefinía como una ‘nena muy atrevida’ y detallaba que trabajaba en una dietética”, relató Daiana.

Muchas de las fotos que ilustran el feed fueron tomadas por Valeria misma, donde se mostraba con lencería sexy. “Esas imágenes pertenecían a un chat que había tenido con un ex novio. Por eso, primero sospechó de su ex y fue a denunciar el hecho ante la Fiscalía de Género de Concordia”, explicó su amiga.

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