Los analistas de mercado Paulina Lescano, Gustavo López y Enrique Erize analizaron el panorama comercial y arrojaron algunas claves que los productores deberían tener en cuenta a la hora de tomar decisiones productivas.

Paulina Lescano, comenzó su exposición en Agrotendencias 2023 con una pregunta: “Los productores arrancan mal… ¿Hay un as bajo la manga?”, e inmediatamente respondió que “más allá del financiamiento en los insumos, necesitamos de las lluvias, ya que sin ellas los productores no pueden arrancar la campaña. Y aunque los precios continúan en los niveles más altos de los últimos 5 años, esto no es motivo de festejo si se tiene en cuenta el clima de incertidumbre política, económica y productiva”, destacó.

Luego aseguró que “frente a un contexto local incierto y desafiante, con intervenciones que convierten a los precios externos en una mera referencia, el panorama internacional hace lo suyo: la inflación mundial y la posibilidad de una recesión se suman a las buenas performances productivas de Brasil y Estados Unidos”.

Sobre el trigo en el mundo, Lescano indicó que, a partir de las últimas estimaciones del USDA para la Campaña 2023/2024, un récord de producción llevaría a cubrir un récord de consumo. “Los principales países exportadores de trigo siguen teniendo expectativas de aumentar sus ventas en el exterior en la próxima campaña. Hay trigo en el mundo, eso puede hacer que los precios tengan un techo”, afirmó. Por otro lado, Brasil se posiciona para ser autosuficiente en su consumo de trigo.

Respecto al trigo local, la analista consideró que los valores FOB de ese cereal “son más bien testimoniales” ya que el país no está lo exportando. Aun así, “si nos dejaran, sería un valor lejísimo del que tiene mercado internacional. Estamos muy lejos de poder competir en el resto del mundo”, remarcó.

La opinión de Gustavo López
Por su parte, el analista Gustavo López también comenzó con una pregunta: “¿Hasta cuándo seguirá la crisis sojera en Argentina?”, se interrogó para luego responder que “Vivimos una crisis que lleva ya unos cuantos años, en el cual vemos un deterioro en materia de área y de producción bien marcado”, indicó López.

Recorriendo la evolución de los últimos 20 años de la producción de soja, López indicó que “estamos, por culpa de la sequía, en la menor producción”, con prácticamente un tercio de lo registrado en la campaña 2014/2015. “Hablamos de 21 a 22 millones contra 60 millones. Es decir un tercio menos.”, analizó.

El especialista mencionó que el ciclo 2023/2024 parte con stocks altos de casi 8 millones de toneladas. Hubo una caída abrupta de los rendimientos en casi 1500 kilos y “estamos con un 50% de la zona levantada”, alertó. Para mantener a la industria aceitera durante el año ingresaron 9.5 millones de toneladas de soja importada, cifra que podría crecer más. En tanto, “la exportación será muy pobre. Es bastante probable que no llegue al millón de toneladas. Se apunta igualmente a una molienda máxima para abastecer a la industria local de entre 29 a 30 millones de toneladas”, estimó a continuación. Y otro dato, hoy la molienda local de oleaginosas tiene una capacidad ociosa del 56%.

En cuanto al Programa Dólar Soja 3, López sostuvo: “Sacando los componentes de otros usos específicos de la semilla, comparado contra las compras totales a precio y aquellas que serían para fijar precio, hay casi 6 millones de toneladas que están pendientes del ciclo anterior. Volumen hay para vender, pero no hay ningún incentivo a los productores para que se deshagan de la mercadería. No es atractivo y menos en un año con tanta incertidumbre electoral”, dijo.

La opinión de Erize
En su recorrido por el estado de los mercados, el analista Enrique Erize en cuanto a la “plaza maicera”, indicó que actualmente el mundo cuenta con 25% de reservas de maíz. “El mundo está muy bien. El que está mal hoy es Estados Unidos, que está debajo del 10% de reservas”. También destacó que “El mundo está cómodo en soja, con 25% a 27% de reservas”.

Y cuando analizó la actualidad de Argentina, Erize dijo que “Ocurre que el intervencionismo mata mercado”, arrojó. “Todo lo que está pasando no tiene nada que ver con la realidad de los mercados. El año pasado se autorizaron 8.2 millones de toneladas de declaraciones juradas de ventas al exterior de trigo antes de que se sembrara, porque había un precio FOB por el cual convenía hacerlo. Después vino el efecto encandilamiento y pasamos a la trampa mortal: un trigo de 350 dólares que se cayó porque el promedio de los últimos 17 años es de 175 dólares”, dijo. Ese escenario se repitió luego en el maíz.

Erize reconoció que el contexto no es sencillo y que la geopolítica resulta determinante. Lo que podría esperarse, según el analista, es una buena cosecha de Estados Unidos, otra buena campaña de Brasil y un regreso a la normalidad por parte de Argentina. Finalmente se preguntó: “¿Qué probabilidad hay de que Argentina vuelva a la normalidad con año Niño? Un 80%. El 2022/2023 es el peor ciclo de los últimos y, muy probablemente, el peor de los próximos”, finalizó.