La conferencia fue una lección de autoevaluación. Lejos de escudarse únicamente en un arbitraje de Andrés Matonte al que calificó de falto de control, el Muñeco apuntó directamente al corazón de su equipo. Esas "desconcentraciones que se pagan caro" en los minutos cruciales, esa "bronca" por regalar un partido que estuvo a su alcance, fueron el eje de su discurso. "Cuando bajamos el nivel de atención, se nos fue de las manos. En este tipo de series, cuando pasa eso, lo podés pagar caro", admitió, con la lucidez de quien sabe que el rival no fue superior, sino más efectivo.
Gallardo trazó un paralelo claro entre el 3-0 sufrido en Núñez y el 3-1 en Brasil. En ambos casos, lapsos de desconcentración colectiva resultaron en goles que definieron la serie. "No hubo diferencia en el juego entre un equipo y otro", aseguró, destacando que River incluso fue mejor en etapas de ambos partidos. Pero la diferencia, la letal, estuvo en "los detalles". Y ahí, Palmeiras, un equipo acostumbrado a estas lides, mostró su veteranía. River, en cambio, mostró las costuras de un equipo "en construcción".
Esta es la clave que más preocupa. El reconocimiento de Gallardo de que deben "construir un equipo más fuerte" es un diagnóstico que resuena fuerte. Habla de una falta de solidez que va más allá de lo táctico y se adentra en lo psicológico. La pregunta que flota en el aire es si este proceso de reconstrucción, con jugadores nuevos y otros que deben dar un paso al frente, podrá alcanzar la madurez necesaria bajo su conducción para volver a ser ese equipo temible en Copa Libertadores.
Mientras Palmeiras mira las semifinales, River debe enfocarse en el Clausura, donde es escolta de un sorprendente Deportivo Riestra, su próximo rival. La herida de la eliminación es profunda, pero el calendario no concede treguas. La autocrítica del líder es el primer paso. Ahora, el desafío es convertir esa bronca en aprendizaje. El camino de vuelta a la elite no se recorre con lamentos, sino con la firmeza que, por ahora, brilló por su ausencia en los minutos que más importaban