
El campeonato palpita. Con la décima fecha consumada y apenas seis jornadas por delante, el Torneo Clausura ha dejado la foto más clara y, a la vez, más electrizante de la temporada. La fase regular se encamina hacia un desenlace que promete drama, gloria y agonía en partes iguales. Y en el centro de la escena, emerge una posibilidad que enciende la imaginación de todo el fútbol argentino: el cruce entre River Plate y Boca Juniors en octavos de final de los playoffs.
Si el torneo terminara hoy, el Superclásico sería una realidad tangible, un duelo de gigantes que llegaría antes de lo esperado y le daría una carga explosiva a la lucha por el título. Pero el presente no se vive solo de futuros hipotéticos. El presente se escribe con hechos, y el hecho de la fecha fue, sin lugar a dudas, el terremoto que sacudió Núñez.
En el Monumental, ante la mirada incrédula de su gente, River Plate sufrió una de las derrotas más inesperadas de su historia. Deportivo Riestra, el líder de la Zona B, no solo venció al Millonario por 2-1, sino que lo hizo con la contundencia de una arenga que ya es leyenda. “Tenemos que ser hormigas”, pidió su técnico antes del partido. Y su equipo, fiel a la consigna, trabajó con una entrega feroz para morder y derribar a un coloso que aún no se repone de su eliminación en la Copa Libertadores. El Malevo no solo consolidó su liderato, sino que se plantó a un paso de la clasificación a la Libertadores, una hazaña que parece un sueño.
Mientras River se recompone de la caída, Boca Juniors tampoco pudo sumar de a tres. En Florencio Varela, Defensa y Justicia le arrebató un triunfo en los minutos finales (2-1) y dejó al Xeneize fuera, por ahora, de los puestos directos a la Libertadores 2026. Una lucha que se ve reflejada en la tabla anual, donde Rosario Central, con un golazo de Ángel Di María en la goleada 3-0 a Gimnasia, se afianzó en la cima.
En la otra vereda, la pelea por la permanencia se define con uñas y dientes. Talleres de Córdoba venció a Sarmiento y respira un poco más alejado de la zona roja, mientras que San Martín de San Juan y Aldosivi de Mar del Plata cargan con el peso de ser los máximos candidatos al descenso, al ocupar los últimos lugares tanto en la tabla anual como en la del descenso directo.
El cierre de la fecha, con el empate sin goles entre Newell's y Estudiantes, dejó al Pincha con la chance de liderar la Zona A frustrada, y a la Lepra, cada vez más lejos de la fiesta de los playoffs.
El torneo ha entrado en su tramo final. Cada punto vale oro, cada resultado modifica el tablero. Con la sombra de un Superclásico en el horizonte inmediato y con historias de hormigas que derriban elefantes, el Clausura promete un final inolvidable. La pelota ya rueda hacia la recta final