
El campeonato palpita al rojo vivo. Con el cierre de la fecha 14, el Torneo Clausura no concede tregua y cada resultado es un latigazo que redefine destinos. En un domingo electrizante, Boca Juniors no solo se encaramó a la cima de la Zona A con un triunfo clave ante Estudiantes en La Plata; también asestó un golpe silencioso, pero letal, a 15 kilómetros de distancia. La inesperada caída de River Plate ante Gimnasia en el Monumental amplió la brecha en la Tabla Anual a cuatro puntos, dejando al Millonario en una cornisa de la que solo podrá salvarse con un milagro o, paradójicamente, hiriendo de muerte a su máximo rival en el Superclásico que se avecina.
El escenario es de pura tensión narrativa. Con seis puntos en juego, el Xeneize hoy respira con un pie en la Libertadores 2026. Un simple empate en los 90 minutos restantes le aseguraría el pasaje, condenando a River a una lucha mucho más ardua por los otros cupos. La Bombonera del próximo domingo no será solo un clásico: será un partido con sabor a final, donde River jugará su última carta para mantenerse con vida en la carrera por el continente.
Mientras tanto, Rosario Central, ya consagrado como el mejor de la Anual y con su lugar en Libertadores asegurado, sigue imparable. Con Di María desplegando su magia, derrotó a Instituto y se afianzó en el liderazgo de la Zona B, erigiéndose en un candidato firme al título del Clausura.
El mapa de los que sueñan y los que se aferran
En las profundidades de la tabla, la lucha por la permanencia es un drama que quema. Aldosivi, con una victoria heroica, salió transitoriamente del fondo, empujando a San Martín de San Juan al lugar del condenado. Están igualados en la cuerda floja, y los últimos dos descensos se definirán con la precisión de un verdugo.
Para los que miran hacia los internacional, la Sudamericana tiene sus propios pretendientes. Argentinos Juniors, Riestra, San Lorenzo, Racing, Barracas Central y Tigre son los nombres que hoy se disputan un lugar en la competencia del año próximo, en una carrera que se definirá en los minutos finales de esta fase regular.
El telón de la fase regular se cae en dos actos. Todo está por definirse: los clasificados a los playoffs, los viajeros a los torneos continentales y los condenados al descenso. El infierno del fútbol argentino no da respiro, y en este caldero, solo los de nervios templados sobrevivirán