
La causa penal abierta por la explosión ocurrida durante la feria de ciencias del Instituto Comercial Rancagua tendrá un avance clave el próximo lunes 3 de diciembre, cuando se presenten a declarar las tres personas procesadas por el estallido que dejó gravemente herida a la niña de 10 años Catalina Maglio.
La audiencia se realizará en la sede de la Fiscalía Nº 1, donde el fiscal Fernando Pertierra tomará declaración indagatoria al profesor de Química que manipulaba la maqueta, a la directora de la institución y a la inspectora de Nivel Secundario de Dipregep. De acuerdo con la imputación formal, al docente y a la directora se les atribuye el presunto delito de estrago culposo por la explosión de la maqueta que simulaba un volcán. A la inspectora, en tanto, se le imputa el incumplimiento de los deberes de funcionario público por su rol en la supervisión de la actividad educativa en la que se produjo el siniestro.
Los padres de Catalina, Ángeles del Valle y Javier Maglio, permanecen esta semana en Fontezuela por razones familiares y aprovecharon su estadía para reunirse con el fiscal Pertierra y la instructora judicial Juliana Giusti. Durante ese encuentro recibieron un detalle pormenorizado del estado de la causa, las pruebas reunidas y los cargos atribuidos a los responsables. Según relataron luego, la reunión los impulsó a dar a conocer su posición públicamente después de semanas de silencio dedicadas exclusivamente a la recuperación de su hija. Tras interiorizarse de los avances del expediente, los padres decidieron romper el silencio con mensajes difundidos en redes sociales.
El primero en hacerlo fue Javier Maglio, quien publicó un texto en su cuenta de Instagram que tuvo amplia repercusión. “Hoy puedo decir que esto no fue un accidente. Los responsables sabían que lo que compraron estaba prohibido y que la ‘sal mágica’ era naftalina picada, sumamente explosiva”, escribió.