Por estas horas, el Gobierno bonaerense analiza avanzar en una nueva organización policial a nivel municipal, la cual podría ser conducida por los intendentes.

Según lo informado por “DIB”, se trata de un proyecto en elaboración, cuyos detalles aún no están definidos. Sin embargo han precisado que la intención es presentarlo en marzo, probablemente durante el mensaje del gobernador Axel Kicillof en la asamblea legislativa.

En principio, el borrador de la propuesta tiene como título “Proyecto de organización policial en el nivel municipal”. La incógnita es cuál será el formato, si una reedición de la Policía Comunal (fuerza creada durante la gestión de Felipe Solá, la cual les daba a los intendentes la conducción política de la fuerza) o una reorganización de las policías actualmente en funciones. Por ahora hay hermetismo en torno a esta respuesta.

A un primer indicio lo dio el ministro de Seguridad, Sergio Berni, quien anticipó que los jefes comunales “van a tener un rol fundamental en el control político de la policía local”.

Berni encabezó el acto de entrega de diez patrulleros en el Partido de La Costa junto al intendente de ese Municipio, Cristian Cardozo, y el diputado provincial Juan De Jesús. “Hemos comenzado un programa de profesionalización de la policía, mediante el cual los intendentes van a tener un rol fundamental en el control político de la fuerza de seguridad en cada uno de los Distritos”, dijo el funcionario provincial.

Un segundo intento de “municipalización” de la policía había ocurrido en el 2014, cuando el entonces gobernador Daniel Scioli impulsaba la Policía Local, un cuerpo que había sido pensado para ser conducido política y operativamente por los jefes comunales, algo que en los hechos no había terminado de plasmarse.

Finalmente, tres años después, la administración por entonces encabezada por María Eugenia Vidal había decidido “discontinuar” la fuerza y comenzado a fusionarla con las Policías Comunales.

Uno de los pilares de la iniciativa sciolista, que había naufragado en la Legislatura y había sido impulsado por resolución ministerial, era el carácter de “proximidad” de la fuerza: originalmente, los policías locales sólo iban a intervenir en la prevención de delitos menores, dejándole la investigación y la represión de otros crímenes a la Policía Bonaerense.