Marcelo Salvarini, funcionario a cargo de Hemoterapia en Región Sanitaria III, dialogó sobre las donaciones de sangre, las cuales bajaron notablemente en varios puntos del país: “En el verano siempre hay una disminución por las vacaciones, y ahora se sumó que cuando culminaron se sumó la pandemia y la gente tiene miedo a contagiarse algo en las salas de espera o los lugares donde hay pacientes”.

“En la provincia bajó muchísimo, casi a la mitad. Se empezaron a hacer colectas y a insistir que en los lugares donde se dona habitualmente se continúe. Son lugares donde no hay contacto con pacientes, el Banco de Sangres de Junín está separado del hospital, por lo que pedimos que se acerquen a donar porque ahí no hay posibilidades de ningún tipo de contagio. Lo mismo ocurre en Chacabuco, en Lincoln y en otros lugares donde se tomaron recaudos”, agregó.

Por otro lado, el entrevistado manifestó la complejidad que atrae esta situación porque “bajó el número de donantes, pero no el de las transfusiones”, y explicó: “Se suspendieron las cirugías programadas, pero a las de emergencia muchas veces hay que darle aporte sanguíneo, lo mismo con los pacientes oncológicos, accidentados, embarazadas con sangrado, por lo que la sangre se sigue necesitando”.

Si no fuese por la pandemia “ya tendría que haber repuntado a esta altura”. Según comentó, “es real que nadie quiere salir de su casa, pero se les da una constancia por si tiene algún problema en la circulación. Se necesita un mayor cantidad, sobre todo en Junín que en general tiene pocos donantes”.

Por último, el doctor invitó a todos los que se encuentren en facultad de donar sangre que se acerquen al Banco de Sangre, ubicado en Pellegrini y Borges, de martes a jueves de 8 a 10, y aclaró: “No hay otra cosa más que la atención al donante”.