Con el advenimiento de la pandemia y el cierre total de actividades, al comienzo de la cuarentena el Hotel Copahue fue el primero en cerrar las puertas, allá por el 15 de marzo. Le siguieron luego el Azul y la Posada del Sol, en la Laguna de Gómez.

Juan Bazzani, dueño del hotel, manifestó que “aún no sabemos qué vamos a hacer pero la situación es muy difícil. No está en mis planes volver a abrir porque no veo un panorama alentador. Se ve muy poca gente circulando y ahora muchos de mis clientes, que son viajantes, no están saliendo. Para abrirlo es muy costoso y no quiero endeudarme más”.

“Hemos llegado a un acuerdo con los empleados y lo estamos cumpliendo, con un esfuerzo muy grande. Nunca pensamos que íbamos a llegar a esto. Hasta el momento, no puedo decir que haya tenido ofertas para la compra del edificio, nadie se ha acercado. No creo que hoy alguien tenga ganas de embarcarse, en este momento, en algo tan complicado”, remarcó.

Luego, el propietario explicó que “un hotel está abierto los 365 días del año, las 24 horas y hay tres turnos de trabajo. El costo operativo es muy alto, tenemos climatización centralizada y es lo mismo prenderlo para una habitación que para 30. Con el gobierno anterior, las tarifas de los servicios habían subido hasta las nubes y ya ahí se comenzó a complicar”.

Fuente: La Verdad