DOLAR $ 831 / $ 871
DOLAR $ 995 / $ 1025
DÓLAR
$ 831 / $ 871
$ 995 / $ 1025
  21 ºC  Junín, Bs As
Martes, 19 Marzo 2024
Diario Junín | Locales             1294
El ocurrente colectivo
Un entretiene para Diego
‘En oportunidades la mentira suele quedar corta de piernas, entonces puede que las consecuencias sean difíciles de explicar’. Cuento de Juan José Chano Plano (tiempo de lectura 4 min).
Domingo, 30 de Mayo del 2021 - 13:14 hs.
Un entretiene para Diego

Un niño llamado Diego quería estar con su padre en el taller mecánico, jugaba a arreglar motos, autos y hasta de vez en cuando algún tractor. Pero para que no estorbara le mandaban con cualquier verso a la casa del tosco don Odiseo Masmudo.

-              Diego, ‘andate’ hasta lo del viejo Odiseo y ‘decile’ que pegue estos dos tubos de Alturria con ‘entretiene’. –  

-              ¿Con cuál papá?

-              El que tarda en secar una hora. –


El chico partió corriendo con una pieza en cada mano, había salido de la escuela y recurrentemente se iba al taller mecánico de su padre. Pero éste tenía miedo que se le caiga en la fosa, o se queme con la autógena o se destelle con la soldadura eléctrica. Así que desde un tiempo atrás optó por mandárselo con una excusa burda al vecino que vivía al giro de la esquina. La palabra clave era ‘entretiene.’

-              Hola don Odiseo, mi papá dice si le puede dar con ‘entretiene´ por una hora a estas dos piezas del ‘Comet 4’ de Alturria. -


Todos le tenían como un viejo de sentimientos mezquinos porque no hablaba nunca. Era algo raro no conversaba con nadie, soltero o viudo, peronista o radical, gallina o bostero ¿cómo encasillarlo si nada decía? Para los demás, a ese hombre poco le traspiraban certezas. Pero desde hacía unos días el padre del niño supo que entre ellos hacían buenas migas, y al parecer Masmudo hablaba con Diego como con nadie.

-              ¿Una hora che? - dijo el peli-cano ni menos osco que siempre, ni más amable que nunca. – Bueno ‘andá’ a la biblioteca y ‘traé’ un libro así no te aburrís. –

-              ¿Cualquiera don Odiseo?

-              Sí… el que más te guste. – Diego arrancó para el living, leer le incomodaba un poco, pero con tal de solucionar el problema del jet allá fue. Mientras tanto el viejo unía los dos tubos de cartón prensado con cemento de contacto.

-              ¿Qué elegiste?

-              Uno por descarte, el… dis-curso… del… mé-to-do. –

-              Uff que difícil. No es por descarte, es por René Descartes un filósofo muy importante. -

-              ¿Y de qué habla?

-              Habla de la verdad. ¿Vos que ‘pensás’ de la gente que no dice la verdad? – Mientras se encogía de hombros, el chico dijo como para salir del paso…

-              Mi tía Elvira dice que usted no habla con nadie porque tiene miedo que le roben las palabras. ¿Usted cree que soy un ladrón capaz de robarle sus palabras? ¿o ella miente? – A veces la inocencia de un niño gambetea las piedras de cualquier alma dolida.

 -             Yo no creo que tú me robes las palabras Diego, en realidad ni tu ni nadie pueden hacer eso. Sucede que las palabras livianas son como hojas secas, y cualquier vientito las arremolina. Las cambia de lugar y ya lo que se quiere decir no es lo que se escucha. -

-              ¿Eso sería una mentira?

-              Bueno… eso se parece bastante a una mentira Dieguito, la mentira muchas veces tropieza con la realidad y no hay ‘entretiene’ que lo pegue. – Los interrumpió el timbre de la puerta. -


Una hora más tarde Diego volvió al taller y el padre desde bajo de un coche le preguntó.

-              ¿Qué dice el viejo Odiseo, Dieguito? –

-              Nada, que habla poco para que las palabras no anden volando por el aire. -

-              Ahh… mirá vos, ¿y qué hace?

-              Le vendió tres fardos de pasto a un tal Gaspar, le cobró $900. -

-              Lo mató, $900. Ja pobre el tal Gaspar…

-              Bueno peor lo de Alturria que le llevé el caño de escape del Comet 4 arreglado y no me quiso pagar. – Dijo Diego.

-              ¿Cómo que le llevaste el caño del jet a Alturria? ¿Quién te mandó?

-              Nadie, pero di la vuelta manzana y se lo dejé, no me costaba nada. -


El padre de Diego se puso verde, Alturria era un amigo, pero seguramente no debe haber entendido que todo se trataba de una burda mentira para entretener a su hijo. Apoyó las herramientas sobre el piso y desde la fosa le buscó la cara con ojos irascibles, diciendo.

-              ¿Y qué carajos te dijo Alturria?

-              Que ya le vendió el Jet a los Reyes Magos, le dije que era un mentiroso. –

-              ¿Por qué? Pobre Alturria. ¿Cómo le vas a decir mentiroso?

-              Porque si Gaspar compró tres fardos de pasto es porque aún tiene los camellos, ¿para qué querría comprar un Comet 4?



Leé todos los textos de Juan José Plano haciendo click aquí.



COMENTÁ LA NOTA
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.