La reconstrucción del edificio de la Alianza Francesa en Rivadavia 122 fue fallida, como lo son las acciones de los funcionarios municipales que parecen preocuparse por “afear”  la ciudad en lugar de elegir el efecto contrario.

Luego de dos años de “chaperío” inútil y una peligrosa y precaria pasarela sobre la calle implementada por la empresa Pardo, la arquitecta Laura Franco de planificación comunal, se tomó su tiempo e hizo levantar la barricada, pero dejó plantados una media docena de soportes sobre el cordón,los que causan múltiples problemas.

A la de por sí angosta vereda, se le suma la frondosa arboleda y estos parantes que no permiten un seguro transitar de los peatones por la acera y dificultan el traslado de coches de niños y personas con movilidad reducida. Pero además, quienes estacionan sobre el lugar, sin advertir los obstáculos, abren la puerta de su vehículo y la terminan abollando al pegar contra los desubicados y molestos postes.

Franco, ha demostrado no tener entre sus virtudes la celeridad como funcionaria, a la hora de favorecer a los juninenses, pero debiera tomar cartas en el asunto cuando la “molestia” lleva casi tres años, no sirvió para nada y genera riesgos evidentes a los transeúntes.