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El viernes último ingresó en sede policial de Pergamino, una denuncia por una estafa multimillonaria de la que resulta víctima una empresa de esa localidad.
Ya en manos de la justicia la denuncia y en plena etapa de investigación, medios pergaminenses se hicieron eco y lo reflejan en sus espacios.
Así trascendió que un hombre de 44 años “se presentó como tesorero de la firma damnificada y relató que, mientras realizaba operaciones bancarias desde una computadora en la sede administrativa de la compañía, sufrió una interrupción abrupta del sistema informático”.
Según su testimonio, “alrededor de las 13:00 del viernes se encontraba trabajando dentro de la aplicación online del Banco Galicia cuando, repentinamente, la computadora se reinició”.
Al recuperar “el acceso al home banking, descubrió que desde la cuenta de la empresa se habían efectuado múltiples transferencias electrónicas hacia distintas cuentas bancarias, que en conjunto sumarían una cuantiosa cifra de dinero”.
La causa por estafa recayó en la Unidad Funcional de Instrucción 1 a cargo del Dr. Fernando Pertierra, del Departamento Judicial Pergamino.
Todo indicaría, en esta primera etapa de investigación, que se estaría frente a una operación sofisticada de Cibercrimen, si bien hay hermetismo respecto de otros detalles, para no entorpecer el trabajo de personal especializado en delitos tecnológicos.
Ciberdelito en aumento
Tal como lo refleja el Diario La Opinión de Pergamino,
“El caso se enmarca dentro de una preocupante escalada de delitos informáticos en Pergamino y la región. Según estadísticas del Ministerio Público Fiscal, en lo que va del año 2025 se ha radicado al menos una denuncia diaria por cibercrimen, una tendencia que no muestra señales de desaceleración.
Desde principios de julio, se multiplicaron las denuncias por estafas virtuales vinculadas a campañas falsas que utilizan la imagen de empresas reales como Flybondi, Litoral Gas, Booking y distintos bancos o servicios digitales para engañar a sus víctimas.
Lo más alarmante es que los estafadores parecen actuar con conocimiento específico sobre los hábitos y perfiles de sus objetivos, lo que sugiere el uso de bases de datos previamente filtradas o adquiridas en el mercado negro digital.
"Los llamados están dirigidos a sectores concretos: jubilados a quienes les ofrecen supuestos descuentos en servicios de gas, televisión o internet; viajeros frecuentes a quienes les ofrecen promociones en vuelos o alquileres. Hay una inteligencia previa que les permite adaptar el tipo de engaño según el perfil del damnificado", explicó una fuente judicial con acceso a las investigaciones.
En estos casos, muchas víctimas son inducidas a descargar aplicaciones maliciosas o a entregar credenciales de acceso a sus cuentas. Luego, los delincuentes acceden no solo a los saldos en pesos, sino también a cuentas en dólares, y llegan a gestionar préstamos pre aprobados que extraen inmediatamente, ampliando el perjuicio económico. En varios casos recientes, los montos sustraídos oscilaron entre cuatro y cinco millones de pesos por víctima”.
Los presta cuentas
Ahora, los investigadores intentan reconstruir el circuito de transferencias para identificar si los fondos fueron extraídos en efectivo, invertidos en criptoactivos o triangulados hacia cuentas off shore.
Además, proceden a analizar si los receptores de las transferencias son personas reales o identidades falsas creadas para entorpecer el seguimiento.
Otra posibilidad –siempre de acuerdo al seguimiento de detectives-, se podría estar frente a presta cuentas –por lo general personas en situación de calle-, cuyos datos personales son utilizados para abrir cuentas bancarias, de entidades financieras o billeteras virtuales, para administrarlas desde la organización criminal.
Los investigadores también se enfrentan a otra problemática, como lo son las demoras en recibir respuesta por parte de las entidades bancarias y empresas tecnológicas ya que dificultan actuar con celeridad mientras que los delincuentes, siempre varios pasos por delante, actúan rápidamente barriendo el dinero.
Cuando se dan ilícitos -como el denunciado horas atrás en Pergamino- y las afectadas son empresas, intentan evitar ser víctimas de otros ilícitos similares y contratan a especialistas en ciberseguridad.
Que sean ellos quienes a través de análisis, detecten vulnerabilidades que faciliten la intrusión en sus sistemas informáticos y corregir en consecuencia.
La denuncia, en tanto, sigue su curso judicial bajo el seguimiento directo del fiscal Fernando Pertierra, quien también interviene en otras causas por estafas virtuales registradas en las últimas semanas en Pergamino.