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Ayer al mediodía, en el cementerio Municipal de Colón, se iban a encontrar con una serie de señales que llamaron rápidamente la atención de los trabajadores del lugar.
En la puerta de la oficina de la encargada del Cementerio, una inquietante escena esotérica que llamó la atención.
Se encontraron dos círculos marcados sobre el mármol de la entrada: uno contenía tierra con una vela blanca clavada, y el otro una cruz hecha con plumas unidas por un hilo negro.
El conjunto sugiere la realización de un ritual esotérico, interpretado por especialistas como un posible acto de magia negra o simbología de bloqueo energético.
Según explicaron fuentes consultadas, los elementos hallados -tierra, velas, plumas y el uso de hilos oscuros- son característicos de prácticas que buscan afectar emocional, espiritual o físicamente a una persona.
En este caso, el hecho cobra mayor relevancia al estar dirigido a una trabajadora del ámbito municipal.