Genera inquietud la decisión de la justicia, de otorgarle la libertad al agresor de Javi Santillán, hecho cometido a mediados del mes de  junio.

Brian Emiliano Cortéz es un efectivo policial que la madrugada del 16 de junio, en  Siria entre Güemes y drago sorprendió por la espalda a Horacio “Javi” Santillán y a golpes y patadas le ocasionó lesiones gravísimas.

Esa madrugada, producto de la golpiza, semi inconsciente, Santillán –también efectivo policial-, se alejó del lugar dejando su automóvil aún con las llaves colocadas y poco después lo encontró personal del Comando Patrullas que recorría la zona.

Trasladado al Hospital Piñeyro y luego a Clínica Centro, se iba a constatar que presentaba fracturas en tabique nasal, maxilares inferior y superior, pómulos y hasta desplazamiento facial.

Las actuaciones judiciales comenzaron a tramitarse en la Unidad Funcional de Instrucción 1 siendo su titular la fiscal que encomendó la investigación a la DDI Junín.

Con el correr de los días y a partir de las evidencias y pruebas recabadas se iba a disponer la aprehensión del agresor, Brian Emiliano Cortéz y tras la declaración indagatoria, su detención.

Desde el 30 de junio, el policía agresor quedó alojado en una dependencia de la zona mientras que su asesora letrada solicitó la libertad de su representado.

Fijada la posición de la fiscal, Dra. Vanina Lisazo, oponiéndose a la excarcelación, el Juzgado de Garantías resolvió denegarla.

Apelación mediante – y por haberse producido durante el receso de Tribunales-, fue la Cámara de Apelaciones en el Departamento Judicial Trenque Lauquen, quien le otorgó la libertad, el 30 de julio último y a un mes de la detención de Cortéz, sin ningún tipo de medidas complementarias como podría haber sido un arresto domiciliario, colocación de tobillera electrónica, entre otras.

Hay indignación y tristeza entre allegados y amigos de Santillán, quien no sólo no se ha recuperado de las lesiones sino que se encuentra a la espera de las prótesis necesarias para someterlo a intervenciones quirúrgicas y con temor por la actitud que pudiera asumir el atacante.

En síntesis; encerrado en su vivienda la víctima, tratando de salir adelante, imposibilitado de volver a trabajar y cumplir su función como funcionario policial y el agresor, efectivo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, moviéndose libremente, aun cuando la brutal agresión a Santillán no sería la única causa en la que se ve involucrado, por hechos de violencia.