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El pato “emblema” de la esquina de San Martín y Garibaldi, de la ciudad de Mendoza, no regresará, a partir del acuerdo alcanzado entre la Municipalidad de Mendoza y su cuidadora, Margarita Flores, quien es además la propietaria del puesto de flores en el que siempre se los veía.
Juan, permanecerá en la residencia de la familia de Margarita, en Maipú.
La decisión se adoptó priorizando el bienestar animal.
La resolución no era la que esperaban los miles de vecinos que levantaron firmas para evitar que al pato lo retiraran de su espacio habitual.
Quien confirmó lo acordado fue el intendente de Mendoza, Ulpiano Suárez, a través de Instagram.
La cuidadora de Juan, Margarita, recibió asesoramiento sobre la salud del pato y como parte del acuerdo se construyen mejoras en las instalaciones como por ejemplo, levantar un corral de 10 metros de largo con fuente de agua.
La Municipalidad colaborará con el mantenimiento del lugar.
LA HISTORIA DE JUAN
Juan es un pato criollo de plumaje blanco y pico naranja que se convirtió en una figura querida por quienes a diario transitan por la zona donde se encuentra emplazado el puesto de flores de Margarita.
Una denuncia anónima radicada semanas atrás ante la Municipalidad alertó sobre la presencia del pato en la vía pública.
Usuarios de redes sociales sugerían que Juan había atacado a un perro y lo consideraban peligroso para otros animales de la zona.
Fue cuando la cuidadora de Juan fue notificada. Tenía 48 horas para sacar a Juan de la peatonal.
Y la reacción social no se hizo esperar. Comenzaron a juntar firmas superando las 7.000 adhesiones, reclamando el regreso del pato, al centro de Mendoza.
Más aún, montaron un pequeño santuario en el kilómetro cero, que se fue poblando de flores, fotos y dibujos en honor al pato
Transcurridos los días, finalmente se llegó a un acuerdo, que como suele suceder, no conforma a todos.