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La eterna promesa del Paso Bajo Nivel para Junín podría estar cerca de un giro definitivo. Tras presentar una propuesta técnica alternativa, el candidato a senador provincial Gonzalo Cabezas confirmó que su espacio político impulsará con todo la iniciativa del intendente local: que la obra sea traspasada directamente a la ciudad para su ejecución.
“Vamos a hacer todo para que, tras el pedido del intendente de que la obra sea traspasada directamente a la ciudad, pueda concretarse”, afirmó Cabezas. En su visión, ese requerimiento, hecho público en los medios, abre una ventana de oportunidad inédita. “Entendemos que, de ser así, se le dará la máxima celeridad para que Junín vuelva a estar unida”, sostuvo, proyectando el fin de un conflicto que ha paralizado y dividido a la ciudad durante años.
El anuncio no viene solo. Desde la misma fuerza, Mauro Imperatori, el armador libertario en la ciudad, lanzó un dato que genera expectativa: el Estado nacional ya habría dado su aval. Según sus palabras, el trámite estaría en su etapa final. "Solo resta revisar los contratos y formalidades legales para que la mezquindad y la inoperancia política no sigan teniendo de rehenes a los vecinos de una ciudad partida al medio", sentenció, en un claro golpe a la gestión anterior y a sus adversarios políticos.
La declaración de Imperatori es un guiño directo al gobierno nacional actual, sugiriendo que hay una voluntad política de descomprimir un conflicto heredado y dar una solución rápida. El mensaje es claro: los obstáculos ya no serían ideológicos ni presupuestarios, sino meramente burocráticos.
Mientras tanto, la ciudad de Junín sigue esperando. El ferrocarril sigue siendo una herida abierta que divide barrios, complica la vida diaria y simboliza la incapacidad de la clase política para cumplir. Ahora, una nueva pulseada entre la provincia y la comuna, con el respaldo de un espacio en ascenso, podría escribir el capítulo final de esta larga historia. La pregunta que flota en el aire es si esta vez será una solución real o solo otro acto más de una obra que nunca termina de empezar