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El país amaneció hoy con un manto de humedad que dejó nieblas en Buenos Aires, Misiones y Neuquén, y brumas en ciudades entrerrianas, correntinas y santafesinas. Fue una jornada de escasas lluvias, apenas algunos registros débiles en el extremo sur y en el Litoral, que dieron paso a un martes de cielos mayormente despejados en el centro y norte.
Sin embargo, la calma es preludio de un cambio significativo. Mientras el sudoeste de Santa Cruz y Tierra del Fuego se encuentran bajo alerta amarilla por lluvias persistentes y vientos intensos que podrían superar los 90 km/h, los modelos meteorológicos proyectan la formación de un evento de ciclogénesis para el próximo fin de semana.
Este fenómeno, que implica el desarrollo de un ciclón, se ubicaría sobre la provincia de Córdoba o el norte de Buenos Aires el domingo, dependiendo del modelo. Este escenario anticipa tormentas fuertes a severas para varias provincias del centro, norte y litoral, incluida, por supuesto, la provincia de Buenos Aires.
Los pronósticos preliminares son contundentes: se podrían acumular hasta 120 mm de lluvia en el centro-oeste bonaerense y registrarse ráfagas de viento cercanas a los 85 km/h en la costa atlántica. A medida que el evento se acerque, los modelos irán ajustando la trayectoria e intensidad del sistema, por lo que se recomienda un seguimiento estricto de las actualizaciones.
Este potencial temporal coincide con el período de la llamada “tormenta de Santa Rosa”, una creencia popular que adjudica a los últimos días de agosto y primeros de septiembre una gran tormenta, en honor a la santa limeña. Si bien la tradición no siempre se cumple, este año la atmósfera parece estar alineada para dar el espectáculo.
La estabilidad de los próximos dos días dará paso a la inestabilidad el viernes, con nevadas en Mendoza y lluvias en el norte patagónico, que serán solo la antesala de un fin de semana donde el tiempo pasará de ser una nota al pie a ocupar los titulares.