Sergio Terrón: “Yo sólo quería ser abogado”
Más de treinta años de carrera judicial es una trayectoria donde las vivencias personales y las consecuciones profesionales jalonan la existencia de quien aporta lo mejor de sí para cumplir con preceptos profundos que responden a un valor esencial para el ser humano, la Justicia.
El fiscal Sergio Terrón se acogió a la jubilación y pasó a una nueva etapa de su vida, no sin mirar atrás y hacer balance, como habitualmente lo efectúan todos aquellos que fueron partícipes directos de la vida social de una comunidad donde, además de vivir en ella, tiene profundas raíces.
Nacido en Junín, “yo estaba trabajando en el sur y estudiando en la Universidad San Juan Bosco la carrera de contador público y ella demandaba el estudio de una serie de materias jurídicas en las que me iba muy bien” recordó el Fiscal Sergio Terrón, a punto de retirarse de la actividad judicial tras una extensa carrera en el Departamento Judicial Junín.
Recuerda que “así fue como un profesor me instó a cambiar de carrera, y así lo hice, y fue un acierto porque en cuatro años y medio la terminé y en ese lapso descubrí el Derecho Penal que fue mi primer amor y del que sigo enamorado hasta hoy”.
Terrón, ni bien recibido, hizo un paso por el Juzgado Federal de Junín, cuando era juez el doctor Juan José Azpelicueta, pero en búsqueda de nuevos horizontes profesionales pasó a integrarse al plantel profesional del Juzgado de Menores del DJJ en 1993, cuando su titular era el doctor Juan José Roggero.
En el año 1998 se puso en marcha la reforma judicial “hice todos los cursos y rendí al Consejo de la Magistratura y empecé como fiscal adjunto y el 20 de octubre del año 2000 juré como fiscal adjunto durante la gestión del doctor Elio Lago como Fiscal General”. “Allí se creó la Fiscalía Nro. 5 y por disposiciones legales en el año 2006, nos asimilan como fiscales titulares”, recordó.
NI LO SOÑABA
Terrón, en una afirmación característica de su sinceridad, señaló “ni soñaba que iba a hacer todo lo que hice: yo sólo quería ser abogado”.
“Yo entraba en la Facultad de Derecho de La Plata y veía a profesores con muchos libros publicados, y decía no alcanzar a ser como ellos… esa era mi premisa. Y ahora el día llegó, soy el viejo, escribí los libros… y puedo ejercer la docencia, que es una de las cosas más lindas que yo jamás hubiera soñado”, agregó.
PONER TODO
Admitió que es mucho el tiempo que el esfuerzo profesional quita a la familia y “muchos lo hemos pagado caro”, porque “cuando uno se mete de lleno, sobre todo cuando uno es joven y no tiene el equilibrio que dan los años, después uno se da cuenta que pierde cosas que no vuelven más”.
Y parafraseando al ex presidente uruguayo José “Pepe Mujica”, Terrón resaltó que “el tiempo, las palabras y las oportunidades, no vuelven…”, pero lo único de lo que “estoy convencido es que tuve el mayor compromiso y puse el mayor esfuerzo en cumplir con todo lo que me tocó”.
Fuente: La Verdad