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Tragedia en La Boca: un muerto y ocho heridos tras un devastador incendio en un conventillo

Domingo, 07 de Septiembre del 2025 - 11:58 hs.

El olor a humo y la desesperación aún flotan en el aire de Wenceslao Villafañe al 400. Este domingo por la mañana, un feroz incendio convirtió un conventillo de La Boca en una trampa de llamas y cenizas, con un saldo trágico: una persona murió y otras ocho resultaron heridas. La víctima fatal fue un hombre en silla de ruedas, cuyo cuerpo fue hallado a solo tres metros de la entrada, sin posibilidad de escape.

El infierno se desató cerca de las 8 de la mañana dentro de la precaria construcción de madera y chapa, un laberinto de pasillos angostos que albergaba a trece familias. Las llamas, alimentadas por materiales altamente inflamables y conexiones eléctricas precarias, se propagaron con una velocidad feroz, consumiendo muebles, ropa y toda pertenencia a su paso. Una densa columna de humo negro, visible a varias cuadras, alertó a todo el barrio de la magnitud de la catástrofe.

Quince dotaciones de Bomberos de la Ciudad trabajaron en un operativo de máxima complejidad. El riesgo de derrumbe fue inminente; el techo comenzó a ceder, forzando a los efectivos a replantear su estrategia y atacar las llamas desde la terraza de una escuela lindera. La Policía de la Ciudad colaboró en la evacuación urgente de los vecinos, en un esfuerzo por evitar que el fuego saltara a las viviendas contiguas, igualmente vulnerables.

Mientras los bomberos combatían las llamas, el personal del SAME atendía a los heridos. Cinco mujeres y tres varones, todos mayores de edad, debieron ser oxigenados en el lugar. Solo uno de ellos, con heridas de mayor consideración, fue trasladado al Hospital Argerich.

La tragedia no hizo más que exponer una cruda realidad que often se oculta tras el colorido turístico de Caminito. Vecinos relataron a la prensa la ausencia de salidas de emergencia, una condición que generó el temor inicial de que hubiera más personas atrapadas en el interior. El conventillo, una construcción típica del barrio, era un microcosmos de la emergencia habitacional: familias hacinadas en condiciones que no cumplen con las mínimas normas de seguridad.

El lugar del siniestro, un predio de 20 por 60 metros, quedó reducido a escombros humeantes. En la parte frontal, la estructura de 20 por 30 metros que funcionaba como vivienda colectiva fue devorada por el fuego que inició en planta baja y se expandió de forma generalizada. Las causas del incendio son aún materia de investigación, pero la combinación de materiales inflamables y instalaciones eléctricas improvisadas señala un panorama de abandono y vulnerabilidad recurrente.

Hoy, Wenceslao Villafañe 439 es un símbolo de la deuda pendiente. Una manzana más en un barrio donde la precariedad convive con la historia, y donde la tragedia suele golpear a los que menos tienen. La Boca llora una vida perdida y exige, una vez más, respuestas.