La Guerra de Malvinas se llevó la vida de cientos de jóvenes argentinos. Entre ellos, un gran número se debió por el hundimiento del crucero General Belgrano, perteneciente a la Armada Argentina en 1982.

Este navío se encontraba a unos cientos de kilómetros de la Isla de los Estados, a la expectativa de posibles órdenes ofensivas contra los británicos. Sin embargo, en la tarde de aquel 2 de mayo de 1982, el submarino nuclear HMS Conqueror atacó al crucero.

El comandante de dicho submarino recibió la orden de hundir el General Belgrano por parte de la primera ministra Margaret Thatcher. Dos torpedos contra el navío argentino fueron lapidarios. Provocaron su hundimiento y con él, la vida de 323 tripulantes argentinos.

Esto significó una de las peores tragedias de la Guerra de Malvinas, un enfrentamiento que hasta el día de hoy golpea el corazón de los argentinos.