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Más de 300 detenidos, 19 heridos –tres permanecen internados-, es el saldo parcial tras el cruce entre Independiente y Universidad de Chile, en el marco de la Copa Sudamericana que terminó con una de las batallas campales más brutales de los últimos años.
Según reflejan periodistas deportivos que se encontraban en el estadio, los incidentes habrían iniciado cuando la parcialidad chilena le roba una bandera a hinchas del rojo.
Así habrían comenzado las primeras corridas en el libertadores de América donde los hinchas de Independiente que estaban ubicados por debajo de los trasandinos no tenían ningún tipo de protección, ni física ni policial.
En ese momento, la voz del estadio ordenó a los visitantes que se retiren de la tribuna, amenazando con la posibilidad de sanciones aunque los seguidores de la U no solo no se marcharon sino que comenzaron a arrojar todo tipo de objetos –desde un inodoro entero, pasando por piedras y palos y hasta bombas de estruendo-.
En ese marco comenzaron a aparecer los primeros heridos.
El partido, que hasta allí había transcurrido con normalidad, se paró a los 2 minutos del segundo tiempo y se prometía una reanudación una vez se vayan los chilenos por decisión propia. No intervino ni uno de los 650 efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, según destacó TyC Sports, por decisión de la Conmebol.
En el terreno estrictamente deportivo, los equipos abandonaron el campo de juego y el partido se suspendió al tiempo que oficiales a cargo del partido y dirigentes decidían, los de la U empezaron a salir poco a poco.
Cuando parecía que la situación había sido controlada, se desactivaba el escándalo y volvía a rodar la pelota, se desató lo peor.
La barra de Independiente asaltó la popular visitante, golpeó a mansalva a los pocos chilenos que quedaban, algunos fueron apuñalados y uno, acorralado, se tiró (o lo tiraron) al vacío. En principio, según informaron fuentes oficiales, esta cacería dejó diez heridos, algunos -extraoficialmente- muy graves, según datos aportados por el medio TyC Sports.
Recién entonces iba a llegar la policía a la tribuna y entre lo accionado en el interior del estadio como en el exterior, fueron detenidas unas 300 personas.