El predio de Ezeiza respiró aires de despedida momentánea. Bajo un cielo despejado y con la sombra del viaje a Ecuador sobre el césped, Lionel Scaloni se paró frente a la prensa en lo que fue la última práctica en casa antes del cierre de las Eliminatorias. En una conferencia cargada de futuro inmediato y reconocimientos eternos, el técnico campeón del mundo fue claro, conciso y contundente.

La primera puntada fue para aclarar un rumor. Consultado sobre si había hablado con Lionel Messi tras la noche mágica del capitán ante Venezuela, Scaloni fue directo: no hubo contacto. La prioridad, marcó, es otra. El partido que viene. Ese último examen en las alturas de Guayaquil.

Y para ese desafío, el entrenador adelantó cartas. Confirmó que Lautaro Martínez, en un estado de gracia goleador, será titular en el ataque. Pero no será el único cambio. La novedad más significativa es el probable ingreso de Alexis Mac Allister, un jugador clave en el mediocampo que regresa a la estructura inicial, buscando darle mayor dinámica y elaboración al equipo.

Sin embargo, el momento más emotivo de la jornada estuvo dedicado a un guerrero. Scaloni se tomó su tiempo para elogiar y valorar la figura de Nicolás Otamendi, quien tras el partido ante Venezuela anunció que no volverá a vestir la albiceleste en Argentina. “El Negro es un ejemplo para todos”, destacó, pintando con palabras la imagen de un central que dejó todo en la cancha y se ganó el respeto eterno de una nación.

Sobre la especulación constante que lo rodea, Scaloni fue once. “No estoy focalizado en mi futuro”, sentenció. Aunque reconoció la excelente relación que mantiene con el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y la fluidez de sus charlas informales, dejó en claro que su mente y su energía están puestas en el corto plazo: Ecuador y, más allá, la Copa América.

El cierre fue una definición perfecta del clima que se vive dentro del campeón del mundo. “Somos más cercanos y ellos se sienten cómodos y bien. Juntarnos y entrenar es muy importante para nosotros”, confesó. Una frase que revela el secreto mejor guardado: esta Selección es una familia que encuentra en la concentración su lugar en el mundo.

El plantel ya tiene horario de vuelo. A las 16:00 despegarán rumbo a Guayaquil, donde el martes a las 20:00 (hora argentina) buscarán cerrar una exitosa fase de clasificación con otra victoria. Con Scaloni al mando, un equipo con cambios y la bandera bien alta para los que se quedan y los que, como Otamendi, ya parten hacia la leyenda