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"Siento que si no tuviésemos círculos, la gente se apiñaría en todas partes", fueron las palabras de Hania Osman, una vecina del Dolores Park de San Francisco, en el norte de California, Estados Unidos, al notar que las autoridades municipales habían pintado las circunferencias blancas en el pasto del predio para garantizar que todos los visitantes estén a dos metros de distancia social.
London Breed, alcaldesa de la ciudad y el condado de San Francisco, amenazó varias veces con cerrar el Dolores Park si los vecinos no guardaban una distancia social prudente para evitar contagios por coronavirus Covid-19. En última instancia, la solución fue graficar qué aspecto tiene la separación entre un grupo de personas y otro, informó el sitio Telemundo.
La pandemia del nuevo coronavirus obligó a los gobiernos de todo el mundo a cerrar fronteras, detener la actividad económica e imponer medidas de aislamiento social para evitar los contagios comunitarios de Covid-19. En el caso de Estados Unidos, el presidente Donald Trump se mostró reacio a tomar estas precauciones y los planes de acción quedaron en manos de los gobernadores.
Por eso a diferencia de lo que ocurre en Nueva York, epicentro de la pandemia en Estados Unidos, en California, en la costa oeste, la situación está más controlada y la población pudo empezar a salir a parques y espacios abiertos, aunque siempre con la llamada "distancia social" de dos metros, que no siempre es bien interpretada.
Tras la experiencia de San Francisco, en apariencia positiva, la municipalidad de esa ciudad podría poner círculos en el pasto de otro predio elegido para hacer pic nics, el Little Marina Green.