Una médica se contagió dos veces de coronavirus: "La pasé muy mal"
Haber padecido el coronavirus sin grandes dolencias tranquilizó de alguna manera a la nutricionista Raquel Paredes. Y si bien mantuvo todo tipo de cuidados una vez recuperada, luego de menos de dos meses, volvió a dar positivo.
"Yo estaba tranquila pensando que no me iba a volver a contagiar y de repente me volví a enfermar de nuevo", dijo la nutricionista.
Según contó Paredes, la primera vez que se contagió fue el 12 de junio y los síntomas fueron leves. "Me dolía la garganta, luego seguí con tos, rinorrea y estornudos. Cuando me dieron el positivo, me agarró mucha histeria, me llamó el médico y me informó que por protocolo, tenía que internarme una noche en la clínica. Todo eso es muy estresante, te sacan sangre, te hacen una placa, dormí muy mal de los nervios. Cuando vieron que estaba bien y me podía externar me derivaron al hotel de la prepaga. Allí estuve una semana y continué con mucho dolor de cabeza y decaimiento”, relató.
A principios de julio le dio el PCR negativo y estaba haciendo cuarentena en su casa, pero un mes después, fue su novio, también médico, el que empezó a sentirse mal y a tener fiebre. Mientras esperaba los resultados del hisopado de su pareja, se contactó con el área de Salud Ocupacional de su trabajo en una clínica de salud privada, advirtiendo que a pesar de haber estado contagiada previamente, estaba en contacto estrecho con una persona que potencialmente tenía covid-19, por lo que pidió trabajar desde su casa para no exponer a colegas ni pacientes. Pero le dijeron que al haber padecido la enfermedad, se consideraba que “según protocolo ministerial” no corría riesgos, y que “los anticuerpos podían negativizar”.
“El sábado fui a trabaja, pero me sentía decaída pero como había dormido mal y tenia sueño, pensaba que podía ser por eso. Continuando el día me empezó a doler la cabeza, así que cuando salí de trabajar fui a la misma guardia que la primera vez, donde me vuelven a hisopar”, contó.
La nutricionista contó que al otro día su salud empeoró: "Sentía como si me hubiese atropellado un camión con acoplado, la pasé muy mal. Me desperté a la noche para ir al baño y no podía moverme, sentía que estaba crucificada en la cama, con todas las articulaciones duras. Me levanté muy mal, con tos, dolor corporal, de cabeza, nauseas. No entendía qué tenia, porque al haber estado contagiada previamente pensé, en un principio, que no era eso”, recuerda.
"A me me sorprendió mucho porque los médicos me insistieron que tuviera los mismo cuidados como si no lo hubiese tenido el virus y yo me estaba cuidando, pero bueno, me volví a contagiar", manifestó.
Luego, experimentó una pérdida repentina del olfato y el gusto. "Comía porque sé que tengo que comer, pero no le sentía gusto a nada y en algunos momentos hasta me caí mal lo que comía", aseguró.