Director de orquesta, compositor y productor había sido internado el 29 de abril último, por uns descompensación derivada de un derrame pleural.

Mahler luchaba contra un melanoma metastásico que había avanzado rápidamente.

Responsable de transformar la escena musical argentina con producciones tales como Drácula, en 1991, junto a su amigo y socio creativo Pepito Cibrián. Juntos rompieron moldes y llevaron al luna Park, la ópera rock.

Mahler creía profundamente que el hecho artístico debe estar por encima de la rentabilidad. A lo largo de su carrera sostuvo producciones complejas y costosas, incluso cuando ningún productor confiaba en su viabilidad económica.

Además de Drácula, compuso y dirigió obras como El jorobado de París, Calígula, Las mil y una noches y el Fantasma de Canterville.

Su amor por la música nació temprano, cuando a los 7 años asistió por primera vez a una Ópera en el Teatro Colón, llevado por sus padres.

Murió dejando dos  hijos, Damián y Emanuel, quienes heredaron su pasión por la música y su visión del arte.

La primera en compartir el dolor, fue su compañera de vida, la violinista Dolly Stabillini. “Me toca decirte hasta pronto…Lo inentendible de la vida que se desvanece en un instante…Va a llevar mucho tiempo sanar, pero siempre  vas a estar en lo más alto, empujándome a seguir”.

Luego, se iba a multiplicar en redes, la despedida al artista.

Figuras como Sandra Mihanovich,  Adrián Barilari –cantante de Rata Blanca-, Laura Esquivel, Ricky Pashkus, Valentina Salezzi, Santiago  Dorrego, Pepito Cibrián Campoy-su amigo durante más de 40 años-, entre muchos otros, recordaron al artista.