Un adolescente de 17 años, imputado por el homicidio culposo agravado de Carlos Ottaviani —el empleado de seguridad que murió atropellado el 13 de mayo—, escapó del control judicial en el que se encontraba. El joven había evitado la prisión mediante medidas alternativas, pero ahora está prófugo tras abandonar el dispositivo de seguimiento sin autorización.

El fatal accidente ocurrió cuando Ottaviani realizaba tareas de señalización en la ruta y fue embestido por el vehículo manejado por el menor. A pesar de la gravedad del hecho, el acusado quedó bajo supervisión judicial, una decisión que generó controversia. Ahora, su fuga ha reavivado el reclamo de justicia por parte de la familia de la víctima y la comunidad.

Las autoridades están en busca del joven, mientras investigan posibles fallas en el sistema que permitieron su evasión. El caso sigue abierto, y se esperan nuevas medidas para garantizar que responda ante la Justicia.