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La noticia de que un restaurante había utilizado la imagen de Maximiliano López sin su autorización podría haber derivado en un escándalo o en una demanda judicial. Sin embargo, el destino de esa publicación tuvo un giro inesperado gracias a la reacción del propio interesado.
Todo comenzó cuando el establecimiento publicó un mensaje dirigido al exdelantero: “Pedimos disculpas públicas al Sr. Maximiliano Gastón López por la publicación que se realizó el día 13 de julio a través de este medio en la que se utilizó su imagen sin autorización”. Reconocieron el error, asumieron la responsabilidad y se comprometieron a que no se repetiría.
La respuesta de López, lejos de cualquier reclamo agresivo o procedimiento legal, fue un ejemplo de altura y empatía. A través de sus redes sociales, escribió: “Acepto las disculpas, estoy seguro de que cuando vaya para Argentina, van a preparar una buena cantidad de comida para salir juntos a repartir y donar a todos aquellos que la necesitan”. Con este mensaje, acompañado de íconos de comida y solidaridad, Maxi no solo cerró el incidente, sino que lo reconvirtió en una acción positiva para quienes más lo necesitan.
Este episodio refuerza un perfil de López que se ha ido construyendo al margen de los titulares más estridentes: el de una figura pública que elige el camino de la conciliación y la solidaridad. Mientras su nombre vuelve a sonar con fuerza por su confirmada participación en MasterChef Celebrity –un dato que ya genera expectativa–, su gesto lo pinta de cuerpo entero. Lejos de la polémica fácil, eligió sumar. Y en ese camino, se ganó algo que trasciende cualquier publicación: el respeto de todos