El equipo de Argentino ganaba 1 a 0 pero los violentos no dejaron terminar el partido.
El encuentro entre Argentino y Juventud de Pergamino, correspondiente a la tercera fecha de la fase de grupos, debió ser suspendido a falta de diez minutos para su finalización debido a graves disturbios protagonizados por la parcialidad visitante.
El partido, que se disputaba en el barrio Unión, tenía como protagonista deportivo a los locales, que se imponían 1 a 0 gracias al gol de Valentín Griguelo.
Sin embargo, cuando en el reloj faltaban 10 minutos de juego, la violencia irrumpió en el estadio.
Parte de la hinchada de Juventud de Pergamino saltó el alambrado que separa ambas parcialidades y agredió a los simpatizantes de Argentino, desatando una batalla campal que obligó la inmediata intervención de las fuerzas policiales presentes en el lugar.
Ante la imposibilidad de controlar la situación y garantizar la seguridad de todos los presentes, el árbitro del encuentro tomó la decisión de suspender el partido, que quedó inconcluso con la ventaja parcial para el conjunto local.