El olor a leyenda impregna la cuarta fecha. La Champions League despliega su cartel más tentador con cruces que son clásicos modernos y duelos tácticos de alto voltaje. En Inglaterra, el Anfield vibrará con el duelo entre el Liverpool de Alexis Mac Allister y Mohamed Salah y el Real Madrid de Xabi Alonso, un técnico que conoce como nadie los secretos de ese estadio. Mientras, en París, otro espectáculo espera: el PSG de Luis Enrique recibe al siempre temible Bayern Múnich en un pulso entre dos aspirantes directos al título.
El torneo entra en una zona decisiva. Con tres fechas disputadas, el PSG es el único equipo que mantiene un puntaje ideal, pero lo tiene respirando en la nuca un grupo de gigantes: Bayern, Inter, Arsenal y el mismo Real Madrid, todos con nueve puntos. La lucha por estar entre los ocho primeros, que garantizan el pase directo a octavos, se ha puesto al rojo vivo.
En Nápoles, la ausencia duele. Kevin De Bruyne, baja por lesión, será el gran ausente cuando su equipo reciba al Eintracht Frankfurt. Una oportunidad para que otros tomen la responsabilidad en un partido clave. El Arsenal, por su parte, visitará la complicada cancha del Slavia Praga, y el Atlético de Madrid buscará un triunfo contundente ante el Union Saint Gilloise para no descolgarse de la pelea.
La jornada se completa con la Juventus enfrentando al Sporting de Lisboa, el Tottenham recibiendo al Copenhague y el Mónaco en una arriesgada visita al siempre complejo Bodo Glimt. Cada resultado empieza a dibujar el mapa de los que sueñan con la gloria y los que deberán conformarse con la lucha por la permanencia en Europa. Hoy, el mundo mira hacia allí