El silencio de la arena vacía queda atrás. Entre el rumor del mar y el césped recién cortado, Emiliano “Dibu” Martínez abraza a Mandinha y sonríe. No es el estadio de Villa Park, ni la presión de un penal definitorio. Es el living de su nueva casa en Mar del Plata, el sueño de la pareja materializado en madera, luz y espacios abiertos. El arquero campeón del mundo eligió, por estos días, el sonido de las olas sobre los aplausos.
Scaloni no lo citó. La última fecha FIFA del año se enfrenta a Angola sin su guardameta emblemático, en una decisión técnica que privilegia el descanso del titular y la rotación para oxigenar el plantel. Mientras Gerónimo Rulli y Walter Benítez viajan con la Albiceleste, el Dibu aprovecha la pausa para reconectar con su ciudad natal. No vino solo: lo acompañan su esposa y sus hijos, instalándose en una residencia que es mucho más que cuatro paredes.
“Un sueño cumplido”, escribió Mandinha, diseñadora de interiores y alma mater del proyecto, en sus redes sociales. Los videos que compartió desgranan los detalles: amplios ventanales que dibujan claridad sobre pisos de madera, una galería con piso ajedrezado, columnas vestidas de enredaderas y un jardín que se funde con el horizonte. Hay una estética cálida, rústica, con la firma inconfundible de quien ya había moldeado el hogar de la familia en Birmingham. Cada objeto, cada textura, habla de un refugio pensado para la intimidad y el reencuentro.
Pero el descanso tiene un contexto deportivo impecable. Martínez llega a este respiro en un momento de gran forma. En la última victoria del Aston Villa por 4-0 sobre el Bournemouth, su atajada clave y el penal detenido fueron recordatorios de su clase. El equipo de Unai Emery suma cuatro triunfos en cinco fechas –incluido uno ante el Manchester City– y trepa posiciones en la Premier League. Lejos de la fatiga, el Dibu demuestra que su lugar en la Selección no se discute: se administra.
Mientras tanto, en Alicante, Lionel Scaloni diagrama un equipo alternativo para el amistoso en África. Con Lionel Messi y Lautaro Martínez en ataque, y Gero Rulli bajo los tres palos, el técnico prueba variantes con la mira puesta en 2026. La ausencia del Dibu no es una baja; es una estrategia.
Aquí, en Mar del Plata, entre el diseño de Mandinha y las risas de sus hijos, el arquero no piensa en penales ni en tablas de posiciones. Solo en el rumor del mar, que siempre suena a casa