Los cinco amigos imputados por hurto en el Dolphin Mall aseguraron que todo se trató de una confusión provocada por la activación de una alarma y por la barrera del idioma.
En una conferencia realizada en Mendoza, negaron haber sustraído mercadería, afirmaron tener tickets de la mayoría de las prendas y cuestionaron la exposición mediática del caso.
Tras pagar fianzas de hasta 4.500 dólares, regresaron al país y enfrentarán el proceso judicial en Miami de manera remota
Los cinco mendocinos acusados de robar en el Dolphin Mall de Miami reaparecieron este lunes en un hotel del centro de Mendoza, donde insistieron en que no cometieron ningún delito y que, según su relato, todo se originó por una alarma que sonó al salir de un local.
Cuatro de ellos —Juan Pablo Rúa (45), Juan Manuel Zuloaga (49), Diego Luis Xiccato (46) y Mauricio Ariel Aparo (49)— hablaron con la prensa. El quinto involucrado, Sebastián Luis Moyano (41), también estuvo presente. La Justicia estadounidense los imputó por hurto y por presuntamente haber organizado un plan para robar.
En declaraciones a radio Nihuil, Rúa negó de manera enfática las acusaciones: “No fuimos a robar a un shopping, no nos hace falta robar. No armamos un viaje a Estados Unidos para robar 10 prendas”. Según su versión, la alarma se activó por una prenda que llevaba Xiccato, quien terminó grabado en una tienda de Tommy Hilfiger guardando mercadería en una valija que, de acuerdo a la acusación, había sido sustraída previamente de Burlington.
Rúa explicó que el movimiento de valijas se debe al hábito de los turistas durante fechas de alto consumo: “En estos tres días de fiestas, la gente entra con valijas porque son tantas las compras que hacen faltan para ir guardando”, dijo a TN. Relató además cómo detuvieron a Xiccato y aseguró que el peluquero se puso nervioso porque no entendía lo que ocurría.
Los cinco sostienen que la barrera del idioma complicó toda la situación, ya que ninguno habla inglés. Aseguran que mezclaron compras en una misma valija para agilizar la recorrida por el mall y que cuentan con tickets —físicos o digitales— que respaldan la mayoría de los productos adquiridos. Zuloaga agregó que la confusión se agravó cuando intentaron explicar esto a las autoridades: “Fue muy confuso todo, ninguno de nosotros habla inglés... y se nos complicó justificarlo”.